JOSÉ
MANUEL SALES: 30.03.20
Propongo el pensadero de esta semana.
Tengo previsto escribir sobre dos
temas de geometría
1 lo que supone para nosotros la línea
recta en las tres leyes de Newton aplicadas a nuestro quehacer diario. Poco que
ver con el concepto que nos han incrustado de rectitud
Con la segunda, flexibilizamos y
ganamos. Espero hacer virguerías con la segunda ley para que nos sirva. Aquí
entra la rectitud
Y de la tercera, servirnos de los
ángulos de la rienda (con cambios de tensión mínimos) para que el caballo nos
entienda. Y nosotros entenderlo también.
Y la primera, la inercia, de es la más
fácil
2 la importancia de la vertical
La nuca cómo referencia: cara
delante/detrás de la vertical.
Patas en movimiento. Y también en
estación
Nuestra espalda
La ación del estribo
Antes de empezar a desarrollar el
primer tema, ponga un pensamiento, creo que esclarecedor, de Marey para
entender mejor la aplicación de las leyes mecánicas. De las que nos podemos
servir a caballo. Y que sí puedo decir que todo lo tengo contrastado con
cientos de caballos. Sólo necesito que alguien me demuestre algo mejor para
hacerme adicto año suyo.
MAREY dijo
"Las leyes que rigen la voluntad
y el movimiento de los seres animados no tienen el carácter inmutable y fatal
de los fenómenos mecánicos. El individuo caballo y el individuo jinete,
momentáneamente asociados el uno al otro, pueden presentar en cualquier
instante los estados físicos y mentales más variados, cuya combinación dará
resultados tan complejos, que escapan a toda fórmula absoluta".
Y añado otra para aquellos que no la
conozcáis, y que es muy importante saberla tod@s:
"La economía del esfuerzo, propia
a todas las especies animales, parece alcanzar en el caballo su máxima
perfección".
Y pongo también las definiciones de
las leyes de Newton que me apunté de mi Catón
1a ley de Newton: todo cuerpo
permanecerá en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo, a no ser
que sea obligado por fuerzas externas a cambiar su estado
2a ley: el cambio de movimiento es
proporcional a la fuerza motriz externa y ocurre según a línea recta a lo largo
de la cual aquella fuerza se imprime
3a ley con toda acción ocurre siempre
una reacción igual y contraria; las acciones mutuas de dos cuerpos, siempre son
iguales y dirigidas en sentido contrario (o sea, bien en línea recta).
Ahora, mi problema está en aclararos
cómo servirnos de ellas para montar mejor y con más conocimiento de causa de lo
que hacemos. Así pensar que nos sirve para todos.
Ya habéis visto que en todas el
denominador común es la rectitud.
Primera
ley de Newton: sobre
la inercia. La vivimos a diario un montón de veces en el coche. Y luego, otro
tanto a caballo.
Cómo nos han resuelto los fabricantes
el problema en el coche? El primer problema, lógicamente, el del conductor.
Hace 50 años, tanto el asiento como el
correspondiente respaldo, era el mismo de lado a lado. Y sin cinturón de seguridad. Claro, en un
giro te ibas de lado y en un frenazo adelante. Entonces, aunque no como ahora,
ya había bastante inercia.
¿Cómo lo han resuelto? Haciendo los
asientos anatómicos y poniendo cinturones de seguridad. De esta manera, nos
inmovilizamos y la inercia claro que la sentimos pero no nos afecta lo que
antes. O sea, nos convierten en mochilas inteligentes.
Pues a caballo, lo mismo. Inamovibles:
por bien del caballo y nuestro.
¿Y cuál es esa fijeza a la mochila?
Aductores. O muslos pegados con los pies debajo del culo y la espalda nunca
detrás de la vertical. Es nuestro cinturón de seguridad a caballo, sobre todo
en situaciones diarias de riesgo: incluso al paso cuando un caballo de tanda, o
de paseo, se asusta.
Con las monturas de doma, al encajar
el cuerpo, nos afecta un poco menos la inercia. Pero sigue afectando. Porque el
caballo no sigue en línea recta y nuestro cuerpo sí. Luego, si no voy
equilibrado y bien apretado, al irse el cuerpo en línea recta, nos encontramos
en el suelo en lugar de seguir a caballo.
Yo creo que en este dibujo de Lalo
queda clara la diferencia entre agarrarse con los aductores o con las
pantorrillas.
PAULA
OHLIN: Que sea el
muslo y no la rodilla
JOSÉ
MANUEL SALES: Para la
fijeza en el salto, mecánicamente el muslo es lo que fija a la montura. Es el
mismo problema de ir de pie en el metro, por ejemplo. Buscamos el punto de
sujeción más alto posible. A caballo, aductores.
En el metro, la mano. Y si las tenemos ambas
ocupadas, apoyamos la cadera
VICTOR
FERNÁNDEZ: Centrémonos.
La inercia y los abductores: el principal problema para un novato adulto es,
primero, que entienda por que debe llevar un asiento correcto (creo que esta
etapa, gracias al Profesor y otros es superable) y la segunda fase, que sea
capaz, físicamente, de realizarlo. El número de horas necesario para conseguir
ese resultado es elevado, raramente un adulto amateur puede juntar tantas
horas. Requiere, además, una forma física potente. Esos dos factores nos llevan
al fracaso en la mejora del asiento a los novatos adultos. Pero bueno, conocer
el camino es la mitad de llegar al destino.
LUIS:
Cura sobre la 1 ley
que establece que un cuerpo en reposo o a una velocidad de movimiento constante
si no hay una fuerza que intervenga sobre él permanecerá en reposo a velocidad
constante
Podemos entender que sobre el caballo
el jinete/amazona debe mantenerse en equilibrio acompañando el propio
movimiento del caballo
JOSÉ
MANUEL SALES:
Totalmente. Como hacemos en cualquier vehículo, llámese coche, esquí o patines.
JOSÉ
JULIÁN CABALLERO: Aportación a la primera ley de Newton en Ocurrencias
Hípicas.-
“INAMOVIBLE”
Me he decidido a escribir en este
prestigioso foro, después de recibir una cariñosa e inmerecida visita de su
protagonista. No con ánimo de dármelas de entendido, sino para compartir con
vosotros sino todo, parte del provecho que he sacado de la misma.
De todo lo que he sacado en claro de
la lección de José Manuel, que no han sido muchas cosas pero sí fundamentales,
me quiero quedar con dos conceptos:
Uno es el EQUILIBRIO, del cual no voy
a hablar por ser cuestión tan manida.
El otro es una palabra que me suena y
resuena en la cabeza como si él me la dijera cada vez que estoy montando,
principalmente cuando voy hacia el salto o pido una transición:
-“¡Tú, INAMOVIBLE!”
He reflexionado mucho sobre la
palabreja, pues nunca antes la habían utilizado conmigo (y mira que yo me muevo
en el caballo). Siempre me habían aconsejado:
-“¡No te muevas!”
Que, como dicen en mi tierra, “es
igual, pero no es lo mismo”. Para mí era un poco un sinsentido pues, es
evidente que, por el mero hecho de ir a caballo, uno va en movimiento.
Pero, de la otra manera, he captado
perfectamente el mensaje y, para explicároslo, lo primero que he hecho es irme
al diccionario, en el que he encontrado la definición:
“adj. Fijo, que no es movible.”
Lo primero que hay que resaltar es la
condición de adjetivo: es decir, es una característica, una actitud que
debemos tener.
Evidentemente, la definición es la que
todos sabíamos, no movible (que no inmóvil)
Por otra parte, es un término también
muy utilizado en ámbitos militares en alguna contienda, o en cualquier
discusión o disputa, cuando se quiere hacer referencia a no dejarnos comer el
terreno. No sólo físicamente, sino en nuestros principios o convicciones:
- “mantenernos inamovibles”
Esto no quiere decir actuar, o agredir
de ninguna forma, sino más bien al contario:
Ejercer una resistencia pasiva.
En el proceso de la equitación, llega
un momento en el que, el mantenernos firmes, hace que el caballo se acostumbre
a acoplarse a lo que se encuentra. Es decir, le transmitimos a él el impulso
del movimiento.
En este sentido, buscando la palabra
opuesta, “MOVIBLE”:
1. adj. Que por sí puede moverse, o es
capaz de recibir movimiento por ajeno impulso.
2. adj. Variable, voluble.
La primera acepción nos indica que, el
mantenernos inamovibles nos obliga a no movernos (o lo menos posible) al
recibir el impulso del caballo. Por el contrario, es el caballo el que se debe
tornar movible al recibir el nuestro (la orden o ayuda).
Mientras que la segunda:
a) Variable:
1. adj. Que varía o puede variar.
Aplicándolo a la hípica, me sugiere
que el hombre se hace variable cuando se mueve.
Y también se hace:
b) Voluble:
2. adj. Que fácilmente se puede volver
alrededor.
Es decir, nuestra voluntad y
determinación se ven mermadas frente a la del caballo.
Pero, si permanecemos inamovibles,
conseguiremos lo contrario de nuestro animal, es decir lo haremos a la vez
variable y voluble.
¿No os recuerda esto a la expresión
que utilizaban nuestros mayores cuando, para referirse a una pirueta vaquera,
hablaban de “volverse sobre las piernas” o “revolverse”?
En este movimiento de máxima reunión,
debemos permanecer muy quietos (inamovibles) y es el caballo el que sí debe
moverse al recibir nuestro impulso.
Pero, ahondando aún más en la cuestión
y preguntándole al oráculo (wikipedia), nos encontramos con la famosa:
Paradoja de la fuerza irresistible:
Sabiendo que un cuerpo inamovible es un cuerpo al que ninguna fuerza, por
fuerte que sea, es capaz de mover, y teniendo en cuenta que una fuerza
irresistible es una fuerza a la que ningún cuerpo puede resistirse: ¿Qué sucede
cuando un cuerpo inamovible se encuentra con una fuerza irresistible?. Esta
paradoja fue propuesta por Isaac Asimov en su libro "100 preguntas básicas
sobre la ciencia". La respuesta que el propio Asimov daba era que estos
dos fenómenos no pueden darse a la vez en un mismo universo, a pesar de que él
mismo cuestionaba la validez de su hipótesis, ya que este hecho no era
demostrable, puesto que no se conoce ninguna fuerza irresistible o cuerpo
inamovible, y por tanto no han podido observarse los efectos de estos
hipotéticos fenómenos.
Nosotros, los hípicos (y los caballos)
sí tenemos la respuesta y la encontramos cuando, en tan contadas ocasiones,
nuestras fuerzas se unen y formamos ese todo entre el caballo y jinete que nos
hace sentir centauros o seres pertenecientes a otro planeta.
Paz y espero que le sirva a alguien