martes, 26 de junio de 2018

Nuevas OH, 18




Muchísimas gracias a mi hermano del corazón Jesús por haberme relanzado de nuevo con Ocurrencias Hípicas.
Quiero hacer un comentario hípico a lo dicho por ARISTÓTELES:
Los hombres sienten por naturaleza el afán de conocer. Conocer es no contentarse con las cosas según ellas se nos presentan, sino buscar tras ellas su "ser"
Pocos años antes HERÁCLITO también nos advirtió:
Lo sabio es trascender el mundo de la apariencia
Y siguiendo con pensamientos similares ¿quién no conoce la, posiblemente más famosa, frase de El Principito?
Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos.
Y todas estas frases ¿qué tienen que ver con el caballo: o con la Equitación?
Pues que hasta hace menos de un siglo siempre que se ha hablado del funcionamiento del caballo ha sido desde lo que se veía desde fuera y, en el mejor de los casos, sirviéndose de la fotografía que empezó a dar pistas más concretas y exactas sobre el movimiento del caballo. MAREY, LEBON, L de SEVY y CHAMORIN, tal vez los que más se aproximaron a explicarnos cómo funcionaba realmente el caballo. Pero ninguno llegó a penetrar dentro del caballo para conocer su mecánica... y lo que realmente sentía el caballo. Hasta que en 1930 el teniente JEAN LICART publicó "Le cheval barbe et son redressage".
Para mí, el Nuevo Testamento de la Equitación. Para él, TENIENTE JEAN LICART, su excomunión de la ortodoxia militar hípica. Y todo lo que ello conlleva. ¿Cómo puede un teniente criticar el "Manual de Equitación Militar"? Y bien que lo hizo. Dedica 45 páginas a hacer un estudio exhaustivo del cuello del caballo. Perdón, del balancín. De lo que vemos y de por qué funciona así y, lógicamente, de lo que siente el caballo. Desgraciadamente ocurrió lo que debía pasar: las autoridades hípicas, militares por entonces, lo condenaron al baúl de los recuerdos. O peor.
Lo más lamentable es que hoy, en 2018, se sigue pensando, hípicamente, casi igual que hace 92 años. ¡Qué digo! Igual que hace 106 años, en que se publicó la famosa escala de entrenamiento del ejército alemán.... y que bien poco ha variado desde entonces. En este tiempo los caballos sí han evolucionado muchísimo. Y bastante la disciplina del salto. En doma, muy poco: se sigue aferrado a lo clásico..... de los señores que nos lo han impuesto (en doma no se juegan los piños, como se dice vulgarmente). Señores desconocedores de autores tan importantes como el rey portugués DOM DUARTE, nuestro mismo FERNANDO DE ARAGÓN (o EL CATÓLICO), PEDRO FERNANDEZ DE ANDRADA, VARGAS Y MACHUCA, y un largo -muy largo- etcétera de autores buenísimos de nuestra piel de toro, ignorados por todos (incluidos sus paisanos ibéricos). Y con valores sobrados para aportar muchísimo a la doma Clásica. En aquella época -del Renacimiento- los mejores caballos de Europa eran, con diferencia, los españoles. Posteriormente, la Escuela más importante, la Española de Viena. Pues yo me atrevo a decir que nuestros autores clásicos no tienen nada que envidiar a los de su época (por no decir que mejores). Y más numerosos. Increíble pero cierto. Sólo que hay que leerlos y compararlos. Por cierto, FIASCHI, por entonces, era español. Era napolitano.
Yo creo que la doma Clásica, tan aferrada a determinadas tradiciones está, poniendo el símil de la medicina, como si aún se diagnosticaran todas las enfermedades a través de la vista y de los dedos, fundamentalmente (como hace menos de cien años). Desdeñando todos los avances científicos. Por ejemplo el rollkur. Todo lo que leo sobre él, insisten en lo que se cierra la nuca y las consecuencias en esa zona. Pero de que los pies dejan de entrar como consecuencia de que el dorso no funciona como debe porque la articulación cérvico-torácica se cierra en lugar de abrirse, y de la consecuente disociación negativa, poquísimo se habla (Y según la escala de entrenamiento del ejército alemán, lo primerísimo es el ritmo. Y lo primero que rompe el rollkur es, precisamente, el ritmo: disociación negativa). Y quién habla de la causa del rollkur? Creo que nadie. Y que yo sepa, creo que hay dos: la primera, que la cabeza del caballo montado tiene dos ejes de giro: nuca desde la C-T y boca desde la mano del jinete.
Y la segunda causa la descubrió P. PLITZNER hace casi 200 años por la facilidad de control del caballo para personas discapacitadas
Creo que se impone un conocimiento más profundo del caballo para que nuestras acciones sobre el mismo, y que empiezan en el momento que nos montamos y no desaparecen hasta que no nos bajamos de él, que sean conforme a razón y no a cómo se pensaba hace un siglo en el mejor de los casos. ¡Gracias a Dios sabemos muchísimo más de caballos! Y también es muchísima la gente que quiere montar respetuosamente al caballo: profesionales y aficionados. Y a los niños y principiantes hay que educarles con una Equitación moderna y respetuosa; y que sabe más y mejor que la clásica. Empezando por aprender a situarse, lo mejor que sabemos hoy, sobre una viga -que no columna- vertebral: la del caballo. (Columna la del hombre; viga la del caballo).
Equitación Responsable (que el futuro se encargará de ir mejorando), por Equitación Clásica (de la que hay que quedarse con lo válido actual, como nos recomendó San Pablo).
Un libro español publicado en 1735, su autor LUCAS MAESTRE DE SAN JOAN, y cuyo título define lo que muchos pensamos que debe ser la Equitación del siglo XXI:
"Deleyte de cavalleros y placer de los cavallos"
(La Real Academia Española de la Lengua sólo tenía un año de vida, por eso yo respeto la ortografía de entonces. Para que se note mejor cómo pensaban del caballo algunos españoles de entonces)

Paz y espero que le sirva a algun@.

1 comentario: