Seguimos con las constataciones del artículo anterior
Tercera constatación: ¿Cuáles son las acciones reales sobre
el balancín del caballo –cabeza y cuello- tanto del filete como del bocado?
Fisiológicamente ambas embocaduras actúan distintamente: el filete lo hace
fundamentalmente sobre la comisura de los labios –zona carnosa- y el bocado lo
hace siempre sobre los asientos –zona ósea-. La sensibilidad, se supone, muy
distinta. Pero también está el problema
del dolor, y aquí es donde me entran las dudas: si el caballo no tiene ningún
problema en masticar y tragar plantas espinosas, es más, lo suele hacer por
gusto y no por necesidad, ¿hasta dónde es sensible al bocado y hasta dónde
insensible a los espinos?
Además de estas diferencias fisiológicas está también la
diferencia mecánica: el brazo de palanca del bocado sobre las articulaciones de
la nuca y de la mandíbula –en el otro extremo de la cabeza- es mucho mayor que
el brazo de palanca del filete. Y no sé hasta qué punto afecta más al caballo
la acción del bocado sobre los asientos –problema fisiológico-, o sobre la nuca
–problema mecánico-. Siempre tengo bien presentes los auténticos instrumentos
de tortura con los que se manejaban a los caballos en la época grecorromana ¡y
los pobres animalitos aguantaban!. Y a ello había que añadir que, los que iban
enganchados en las cuádrigas, tiraban de la tráquea (asfixia más inversión de
la base del cuello) y no de las espaldas como es el tiro racional.
Cuarta constatación: Las articulaciones a mitad
flexionadas disponen de mucha más latitud en ambos sentidos que cuando están
casi totalmente flexionadas. Y en algunas articulaciones ese punto medio está
en la vertical. Por ejemplo, cuando echamos un pulso, según de qué lado de la
vertical tengamos el brazo, lo tendremos bastante más fácil o, al contrario,
bastante más difícil el ganar a nuestro contrincante. Con la nuca del caballo
pasa lo mismo: hay una diferencia enorme en cuanto al control del caballo según
el perfil de su cara esté por delante de la vertical –despapa-, o por detrás:
se queda detrás de la mano. En esta última posición tenemos todas las de ganar:
es como si le hiciéramos al caballo una llave de jiu jitsu. Pero también
esperamos hacer otras muchas, y muy distintas, cosas con el caballo, bajo
control desde luego, y que en la posición detrás de la vertical –normalmente
detrás de la mano- se lo ponemos muy difícil porque ergonómicamente es
incorrecta, aunque nuestra sensación, lamentablemente, sea muy buena. LICART
nos recuerda, precisamente hablando del manejo correcto de la nuca, que
“normalmente el jinete no actúa por el bien del caballo, sino únicamente
buscando más facilidad en el manejo del caballo (sobre todo la sensación de
control) y, también, en su comodidad”. Una vez encapotado el caballo –no tiene
por qué llegar al rollkur- le resulta muy difícil salir de esta posición, entre
otras razones porque al jinete también le resulta muy difícil colaborar para
facilitarle el que abra y suba la nuca. El caballo más o menos encapotado, cada
vez que sienta la mano del jinete,
bajará y cerrará la nuca, con lo cual su equilibrio estará más sobre sus
espaldas. Lo correcto, y lo ideal, es que cuando el caballo sienta mayor
tensión en las riendas bascule, es decir, que suba la nuca al cerrarla –y nunca
al revés, o sea, cerrarla y bajarla- y
que meta los pies. De esta manera el caballo empieza a saber reunirse
correctamente: subiendo la nuca y metiendo los pies. No es tan difícil si se
hace bien: asiento y torso inamovibles (espalda nunca detrás de la vertical),
mano que suba ligeramente la nuca y dedos cerrados para resistir (mano
bocherizada: que resista pero que no tire ), y piernas –espuelas- haciendo
contraer los abdominales del caballo para que suba el dorso y meta los pies.
¿El problema? Una correcta sincronización de los movimientos o acciones del
jinete. Y se llega a ello a base de
repeticiones. Como nos decía SAN AGUSTIN “lo primero en el orden de la intención
es lo último en el orden de la ejecución”. Virtud fundamental: la paciencia
unida al esfuerzo.
Queda una quinta constatación: ¿la nuca debe avanzar o la
boca debe retroceder cuando se intenta reunir al caballo?
Paz y espero que le sirva a alguien
Paz y espero que le sirva a alguien