martes, 15 de septiembre de 2015

¿LA ASOMBROSA Y EFECTIVA EQUITACIÓN AMERICANA = NUESTRA DOMA VAQUERA?

Este artículo lo escribí hace 30 años y se publicó en la antigua Revista Ecuestre
Como creo que sigue teniendo cierto valor pedagógico -y un poco histórico-, lo publico ahora por si a alguien le sirve. Además tengo otra excusa: escribo de nuestra Vaquera. Con todo respeto.
 

Los reyes del 80 (Los Magos, se entiende) me dejaron un libro de caballos –aparentemente uno más- con un título bastante sugestivo. “Equitation et Jumping”, escrito por uno de los grandes jinetes americanos: Bill Steinkraus.
No disponiendo de ninguna referencia, me dispuse a leerlo con cierta curiosidad, no exenta de escepticismo.
Desde los primeros capítulos pude constatar que su planteamiento de la equitación en general y la de salto en particular, era completamente diferente al de la mayoría de los tratados que sobre esta materia abundan por las librerías, más bien como compendio casuístico o como álbum de fotos, cuando no es más que un mero relleno de páginas. No dudo en considerarlo ya como un clásico de la categoría de un Baucher, L’Hotte, Decarpentry, etc. El planteamiento es bien simple: a lo excelso por lo sencillo, o cómo acceder a la perfección desde la comprensión de la equitación.
A partir de entonces, todo lo referente a la monta americana me ha interesado, tanto más cuanto los jinetes de ultramar empezaron a barrer en las Copas del Mundo, haciendo alarde de una savia nueva, tanto sobre PSI americano, como sobre caballos tipo sport del viejo continente. Recordemos a nuestro “Val de Loire B”, adquirido por Melanie Smith en el año 77, a los 12 años, cuando ya estaba en el declive de su vida –así creíamos lógicamente todos los malpensantes- y que resultó ser el Caballo del Año 1978 en USA a pesar de su falta de clase, como reconocía la propia amazona. Pero como decía D. José Jordá, la doma –la de verdad, la suya, plena discreción y ligereza- suple en un gran porcentaje a la clase.
La Copa del Mundo, desde sus comienzos, se ha convertido en un match Europa-Norteamérica. Primeramente las publicaciones periódicas y posteriormente los videos, nos han ido poniendo al corriente del estilo americano. Una monta que cuida fundamentalmente de la impulsión, del equilibrio, de la relajación, de la posición del jinete y de la discreción de las ayudas. Digamos que es una monta estilista y sobria, que a todos los aficionados nos ha seducido. Con un cierto espíritu crítico (en su sentido más vulgar) se le ha tachado de excesivamente homogénea, pero pienso que ahí precisamente estriba su virtud, en cuanto prescinde de todo gesto inútil y busca la armonía de los movimientos.
Pensada en principio para los PSI, finalmente la aplican a todo tipo de caballos, pues desde hace poco más de un lustro se están remontando fundamentalmente en Francia (“I love you”, “Glandor”; “Noren”…), Holanda (“Calipso”) y Alemania (“Livius”). Lo curioso del caso es que a estos caballos europeos de físico tan distinto –y clase-, comienzan por aligerarlos física y mentalmente, hasta darles un cierto aire apurasangrado. Es la puesta en marcha a la americana, según ellos mismos dicen. Su forma de trabajarlos es a favor del caballo y no como los centroeuropeos, que es un trabajo contra el caballo.
Hace unos años, en una final de la Copa del Mundo, viéndoles evolucionar en liso, me vino a la mente nuestra monta vaquera, y no pude por menos de establecer muchos puntos afines entre ambas: colocación de la cabeza del caballo muy alta, pies muy remetidos para mantener la impulsión y el equilibrio atrás, sumisión en la tranquilidad, flexibilidad y ligereza. Posiblemente el punto de divergencia entre ambas, asiento y equipo, vaya condicionado por el tipo de “obstáculo”. El de la pista –llana y de buen piso- está ahí, no se mueve y hay que superarlo limpiamente. En cambio, para el vaquero el obstáculo está en movimiento, incluso se le puede revolver -por eso es un toro bravo- y le toca galopar sobre terreno poco uniforme. Pienso que Bertalan de Nemethy, cambiando el equipo y algún pequeño detalle más, suscribiría una reprise de doma vaquera. Esta monta tan similar a la nuestra es la que ha colocado a los americanos a la cabeza de la equitación mundial. Recuerdo haber leído que en CSIO de New York’82, el jefe del equipo americano, Bertalan de Nemethy, le comentaba a Marcel Rozier, a su vez jefe del equipo francés, que era una pena que “Flambeau C”, siendo el mejor caballo del mundo, no rindiera más del 70% de sus posibilidades, debido a una doma imperfecta. A pesar de su chauvinismo los franceses lo aceptaron.
¿Cómo han conseguido este nivel? Muy sencillo, creando más pruebas. Las “Hunt Seat Equitation”, pensadas en principio para los infantiles y juveniles y finalmente abiertos a los mayores también, en las que puntúan la presentación del conjunto, el equilibrio, la tranquilidad, la posición y el estilo, tanto del caballo como del jinete, en liso y sobre salto. No se trata de ganar de cualquier manera, sino de hacerlo bien, correcto y con cabeza. Lógicamente, acaban ganando por su bien hacer. Fueron los belgas, hace 5 años, los primeros en ensayar con éxito este tipo de pruebas en el viejo continente. Inmediatamente crearon el Reglamento correspondiente y que puede resumirse de la siguiente manera: las pruebas están abiertas a todos los jinetes montando cualquier tupo de caballo. El recorrido consta de un mínimo (y casi máximo) de 8 obstáculos de una altura y una anchura entre 0,90 y 1,10 m. el 30% de los puntos se atribuyen al estilo y posición del jinete. Un 20% a la sumisión del caballo, 15% al comportamiento del caballo sobre el salto y un 15% al galope. El 20% restante, distribuido por mitad, a la presentación del jinete y del caballo. En cuanto al recorrido propiamente dicho se le juzga según un baremo A, deduciéndose las faltas del total de la presentación. Entre los campeones de las primeras ediciones, nombres tan familiares como los de los hermanos Blaton (Michel y Evelyn) y François Mathy.
Nuestros vecinos los franceses acaban de darle luz verde, estableciendo un reglamento y un calendario de pruebas para este mismo año. Mientras tanto en España, no conseguimos pasar de los exámenes de monitorado. Y los infantiles a montar como lo que no son ni deben serlo: como mayores.
                                                                                                                                                  El Qra



P.S. ¿Cuántas jacas y caballos puestos a la vaquera conocidos que han dado de sí más de lo que su físico nos daba a entender? Ejemplos: “Muñeca”, “Pino”, “Phardisoa” (creo que procede de la vaquera), “Bolero”, “Guinea”, “Tirabeque”, “Neferto” y un larguísimo etcétera. Sería interesantísimo que Luis Ramos Paul nos expusiera su opinión al respecto.

   Paz y espero que le sirva a alguien   

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