LA EQUITACION DEL SIGLO XXI
Hace casi un siglo, el Coronel
DANLOUX, por entonces jefe del Cuadro Negro de Saumur, dijo que “el respeto a la tradición no debe
impedir el amor al progreso”.
Medio siglo después el etólogo
KONRAD LORENZ nos dejó bien claro que “una cultura reposa sobre un equilibrio entre
dos mecanismos: la adquisición de
información nueva y la conservación del saber. Ambas son necesarias. La tradición representa el mecanismo de la
conservación del saber”.
Y escribo esto porque el gran
riesgo que se corre en nuestro mundo del caballo es el de la aceptación ciega
del trabajo de los Grandes Maestros. Grandes Maestros que lo fueron, y lo siguen siendo, en su época –siempre en
torno a hace casi medio siglo o más, si
consideramos a NUNO OLIVEIRA como último adalid-. Pero que no pudieron disponer
de la nueva ciencia.
En el siglo en que vivimos, el
XXI, hemos de buscar la confirmación científica a la intuición de los Grandes Maestros de épocas anteriores en las que sólo
podían servirse de sus personales –y me atrevo a decir intransferibles-
intuiciones y habilidades, y de su propia experiencia. Sólo esta confirmación
científica hará accesible la Equitación a la multitud de aficionados de hoy en
día. Como de hecho ocurre ya en muchas
actividades humanas, sobre todo en las que ocupan el tiempo de ocio, como es la
Equitación.
La falta de cultura en nuestro mundo hace
decir a mucho profesional ( estoy harto de oírlo) que la Equitación es un arte,
lo cual es una verdad a medias porque no es sólo arte, sino mucho más. Y yo me
repito y les repito la frase de SKINNER:
“Siempre se ha dicho que la enseñanza es un arte, pero hoy en día cada
vez encontramos más razones para pensar que es una ciencia”. Y si no, que se lo
pregunten a los finlandeses (la educación en Finlandia es, según el informe PISA, la mejor del mundo: se
aprovechan de la Historia para n o caer en los mismos errores, pero también se aprovechan de todos los avances
científicos buscando siempre “los conocimientos
de última generación”, cuyos inventores suelen ser ellos mismos muy a menudo)
¿A quién no le gusta un coche, o un vestido o cualquier instrumento de “última
generación”?. Y no sólo por estar a la
última moda sino, sobre todo, por los avances tecnológicos que nos aportan:
normalmente, mayor confort y mayor seguridad, incluso control –o
disponibilidad- de nuestro propio
cuerpo.
Creo que este debe ser el nuevo
camino de la Equitación: saber más y mejor del caballo y de nosotros mismos
como jinetes/amazonas, lo cual requiere un esfuerzo enorme . Porque cambiar de
caballo, de entrenador, de veterinario, de herrador, de embocadura, de silla,
etc, etc, es relativamente fácil. Lo realmente difícil es cambiar de
pensamiento, adecuarlo a las necesidades del momento (nada que ver con las de
hace tres cuartos de siglo) y, sobre todo, conocer mucho más en profundidad al
caballo, no sólo por respeto sino que,
como consecuencia de ello, sacarle más partido al mejorar la relación. ¡Es lo
más natural para el caballo!
Saber más para hacer mejor
Paz y espero que le sirva a
alguien
Paciencia amigo!! La ciencia para con el caballo esta aún en sus inicios, queda muchísimo por explorar, analizar, cuantificar y aseverar tras ello. Estamos empezando a descodificar la mente y el lenguaje equino, sus capacidades físicas, las capacidades de sus sentidos, etc. etc. No me cabe duda que ese es el gran reto del siglo XXI. No obstante con estudiar, asimilar y aplicar lo ya descubierto la equitación y manejo debiera de dar un gran cambio. Espero y deseo que desde este blog siga aportando y acercando ese conocimiento que tanto nos hace falta. Muchísimas gracias maestro!!
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