Aquí abajo tienes el número 1:
domingo, 9 de noviembre de 2014
Número 1 de la revista Ocurrencias Hípicas
Ya puede leerse el primer número de nuestra revista, la cual sale a la luz pues los miembros del
equipo hemos considerado que este sería el formato ideal en el que condensar
nuestras ideas, escritos, estudios y tribulaciones sobre equitación, y sobre
todo, nuestra forma de considerar al caballo, para nosotros nexo de unión y
vínculo que compartimos.
Aquí abajo tienes el número 1:
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ORTEGA Y GASSET (Don JOSÉ) Y EL DEPORTE
Ayer, como cada noche, entré en la página de mi amigo Carolo. Y después de leer su “ME
TEMBLABA EL SUELO”, éste dejó de temblar para mí. Llevaba mucho tiempo
queriendo escribir sobre estas palabras, para mí maravillosas, de Don José
acerca del deporte. Creo que nos ayudarán a aclarar ideas a enseñantes, padres
y practicantes. Sin temor ni temblor voy escribiendo y que cada lector vaya
sacando sus propias conclusiones. A continuación transcribo tres párrafos de su
libro “LA CAZA Y LOS TOROS”, de la Colección
Austral (Editorial Espasa Calpe).
“He aquí a los humanos colocados frente a dos repertorios opuestos de
ocupaciones: las trabajosas y las felicitarias. Es conmovedor y de gran
melancolía ver como en cada individuo combaten ambos. Los trabajos nos quitan
el tiempo para ser felices, y las delicias mordisquean cuanto pueden el tiempo
reclamado por el trabajo” (página 16)
“Las ocupaciones felices, conste, no son meramente placeres; son
esfuerzos, y esfuerzo son los verdaderos deportes. No cabe, pues, distinguir el
trabajo del deporte por un mas o menos de fatigas. La diferencia está en que el
deporte es un esfuerzo hecho libérrimamente, por pura complacencia en él,
mientras el trabajo es un esfuerzo hecho a la fuerza en vista de su rendimiento”.
(p.22)
“Esta es la contraposición ‘vivida’ en el significado originario de la
palabra ‘deporte’, es decir, en su etimología. (Las etimologías no son
meramente de interés lingüístico, sino que nos permiten descubrir situaciones
‘vividas’ efectivamente por el hombre y que en ellas quedaron conservadas ‘con
pleno frescor de actualidad’, como la carne de los mamudes, conservada durante
milenios en el hielo de Siberia y de que hombres actuales pudieron alimentarse.)
La palabra ‘deporte’ ha entrado en la lengua común procedente de la lengua
gremial de los marineros mediterráneos, que a su vida trabajosa en la mar
oponían su vida deliciosa en el puerto. ‘Deporte’ es ‘estar de portu’. Pero la
vida de puerto no es sólo el marino plantado en el muelle, con las manos en los
bolsillos del pantalón y la pipa entre los dientes, que mira obseso al
horizonte como si esperase que en su líquida línea fuesen de pronto a brotar
islas. Hay, ante todo, los coloquios interminables en las tabernas portuarias
entre marinos de los pueblos mas diversos. Esas conversaciones han sido uno de
los órganos mas eficientes de la civilización. En ellas se transmitían y
chocaban culturas dispares y distantes. Hay, además, los juegos
deportivos de fuerza y destreza. En la cultura trovadoresca de la Provenza
aparece ya recibida la palabra; y con frecuencia en esta pareja ‘deports e
solatz’, donde, al revés que ahora, ‘deport’ es, más bien, el juego de
conversación y poesía, mientras que ‘solaces’ representa los ejercicios
corporales: caza, cañas, justas, anillos y danzas. La pareja, pues, resume una
vez más el eterno repertorio felicitario. En la "Crónica Oficial" de
Don Enrique IV se emplea el verbo ‘deportar’ referido a la caza. Hoy
juzgaríamos este uso como galicismo, y probablemente lo fue entonces -fue un
provenzalismo-. Porque conviene recordar que los galicismos no son invento de
estos últimos decenios”
¿Qué me sugieren estas palabras, hoy, en pleno siglo XXI?
Disponemos hoy en día de un tiempo de ocio cada vez mayor, impensable hace sólo
medio siglo. Y en él, el deporte juega un papel muy importante. No se trata
sólo de “llenar” ese tiempo sino, sobre todo, de sacarle partido ¡carpe diem!
Esta labor educativa ya se está aplicando en cantidad de
escuelas de atletismo, fútbol, baloncesto, tenis, etc. En cambio, el movimiento
poni que surgió como escuela para niños, resulta que ahora se ha convertido,
fundamentalmente, en ganar como sea y a costa de lo que sea. El pagano, el poni
sin lugar a dudas. Gracias a Dios, aún hay escuelas como Dios manda, desde
Guadacorte hasta el País Vasco, pero creo que la Federación poco ayuda. Y
también hay voces, desde Madrid hasta la periferia todo hay que decirlo, que no
claman en el desierto, pero casi...
He repetido varias veces la palabra “escuela”. Y no sin
propósito. Esta palabra procede originalmente (etimológicamente) del griego skholé
que quiere decir nada menos que ¡ocio!. Y los primeros en utilizarla fueron los
pitagóricos (¿quién no conoce el teorema de PITÁGORAS?). Porque utilizaban el
tiempo de ocio para educarse (según sus
propios objetivos, claro; pero no dejaba de ser educación). Debió ser por
aquella época un tránsito parecido al de
nuestra Historia reciente desde la postguerra de la última guerra mundial
(hubiera podido poner contienda pero lo hubiera desvirtuado o edulcorado) hasta
hoy, o sea, dos tercios de siglo aproximadamente. Incluso menos. Porque hace exactamente medio siglo estuve
trabajando durante las vacaciones estivales en la presa de Almendra (Salamanca)
de peón, claro (entonces era estudiante de filosofía), ¡66 horas semanales! No
había tiempo de ocio, sino tiempo para descansar ¡sólo el domingo! (razón:
gente cansada -y más o menos ocupada-, no crea conflictos). Hoy, casi todo el
mundo tiene disponible viernes tarde, sábado y domingo; algo impensable hace
unos años.
Pero volvamos a la Grecia clásica, allá por el siglo V antes
de Cristo, época de esplendor del teatro –tanto de la tragedia como de la comedia– y que surgió,
cómo no, para llenar ese tiempo de ocio de novísima generación y que además,
educara. ARISTÓFANES, en su comedia “Las
Ranas”, nos deja el siguiente diálogo:
“Esquilo: ¿qué determina la grandeza de un poeta?
Eurípides: es el talento, el fin educador, y nuestro oficio de hacer
mejores a los hombres en nuestras ciudades”
Creo que no tengo nada más que añadir.
Paz y espero que le sirva a alguien
martes, 28 de octubre de 2014
3ª LEY DE NEWTON. Publicado en la revista Galope
Esta ley, también llamada, y más conocida como “principio de acción y reacción”, dice:
“Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y
contraria; las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas
en sentidos opuestos”
Es una ley de aplicación constante en nuestra vida
cotidiana; es tan natural que ni pensamos en ella ni, mucho menos, le ponemos nombre.
En esta lección pretendo esclarecer situaciones en que, para
bien o para mal, aplicamos este “principio de acción y reacción” en nuestra
vida hípica, tanto montados a caballo como llevando a éste de la mano, o sea,
en todo momento
Pero tambien buscando
el lado positivo, estudiare la manera de que esta ley nos ayude a montar mejor
y tener una relación mejor con el caballo. Y pienso que la mejor aplicación es
en el manejo de las riendas
Parece que en Equitacion, hablar de mecanica es una herejia.
Lo que se nos ensena en el colegio es para aplicarlo en la vida cotidiana y a
cualquie edad, en cualquier actividad y en todo momento. Y en el cole nos
ensenaron las leyes de NEWTON. Otra cosa es que las recordemos. Para aclarar
ideas, empiezo por un fragmento del
libro "The Science of Riding"
de James WATSON y AMI HENDRICKSON:
Las leyes de movimiento nos afectan cada vez que montamos. Por
ejemplo, al trote. Cuando el caballo comienza a trotar, debe utilizar sus pies
y aplicar suficiente presion atras para propulsar la masa de su cuerpo y del
jinete hacia delòamte. Cuando esto ocurre, el cuerpo del caballo cambia de
estar parado a estar en movimiento.
Trotar es una habilidad bastante basica de dominar, y no es
dificil ver como las leyes de movimiento influencian tu cuerpo cuando trotamos.
A la vez que su cuerpo comienza a moverse hacia delante, tu cuerpo, encima del
caballo, tambien debe cambiar de estar parado a estar en movimiento. Si estas
preparado y eres capaz, los dos (caballo
y jinete) os movereis hacia delante como uno. Si no tienes la habilidad o
agilidad, sin embargo, tus caderas puede que se muevan hacia delante con el
caballo, pero tu cabeza y hombros pueden quedarse momentaneamente retrasados.
Las leyes de newton dan una explicacion a todas las veces que nos tambaleamos.
Los mismos principios son aplicables cuando el caballo pasa
del trote al paso. si tu cuerpo no se ralentiza a la vez que el caballo, tu
cuerpo se ira para delante.
Debido a las leyes de newton, cualquier disciplina ecuestre
que figura un incremento en velocidad, repentina aceleracion, o cambios rapidos
en la direccion, pondran al caballo y al jinete bajo considerables fuerzas
fisicas. Por eso es importante que el jinete se sincronice con los movimientos
del caballo. Cuanto mas se muevan el caballo y el jinete como una entidad, en
lugar de dos objetos separados, mas trabajaran a nuestro favor las incambiables
leyes del mundo fisico, en lugar de trabajar contra nosotros.
DUPATY DE CLAM es el primer autor que escribe sobre este
principio, pero se refiere mas a la accion del jinete y a la reaccion del caballo,
practicamente sin especificar mas. Con el paso del tiempo, diversos autores
siguen hablando, mas bien de pasada, sobre la accion del jinete y la reaccion
del caballo.
Ya en el siglo XX, los que con mas precision y extension
hablan de la aplicacion de esta ley a la Equitacion -y mas concretamente de la mano del jinete- son LICART, ìcomo no! y
PHILIP KARL. Ademas de lo transcrito de los americanos Warson y Hendrickson. La
escuela alemana poco -poquisimo- habla de
Newton. Para ellos, parece ser, la unica ley que existe es la de la
escala de entrenamiento.
Comprender la Equitacion para practicarla mejor y ponerla al
alcance de todo apasionado del caballo, debe comenzar por conocer las leyes
universales que necesariamente hay que respetar. Y que, sin lugar a dudas, el
caballo necesita - y debemos exigirnoslo- que las respetemos
El conocimiento de esta tercera ley mas como funciona
nuestro brazo, debe servir para educar nuestra mano, o sea, nuestro tacto o, lo
que es lo mismo, el contacto con el caballo: conocer las posibilidades, saber
como educarlas, y que el caballo , y nuestra equitacion, se sirvan de ello.
Hace casi un siglo BEUDANT advirtio del error, en el que mas
que caer se persiste hoy en dia, al confundir los efectos con la causa:
"En doma, la gran dificultad esta
en fiarse de los efectos en lugar de buscar las causas para modificarlos (los
efectos)" Esto me recuerda a una de las mas famosas frases de Einstein y
que parece dicha para los caballistas: "si quieres resultados distintos,
cambia la manera de pedir".
Desgraciadamente, en nuestro deporte seguimos guiandonos por
el mundo de los sentidos (como ya decia PARMENIDES) , sobre todo la vista y el
oido, en lugar de guiarnos por el mundo del conocimiento, de lo que no salta a
la vista, pero que nos ayuda a entender mejor lo que pasa y, sobre todo, poner
remedio a lo que se puede cambiar. ?que hace que un edificio sea maravilloso?
su estructura -que no se ve- y los fundamentos, que tampoco se ven. Como dijo
nuestro ilustre hombre de a caballo PEDRO FERNANDEZ DE ANDRADA (De la Gineta de Espana, 1599)"casa sin
cimiento, se cae presto", refiriendose al buen trabajo de base con el
caballo.
De la definicion del principio de accion y reaccion hay que
quedarse con dos datos importantisimos porque afectan a todas las acciones de
nuestras manos sobre la boca del caballo: CANTIDAD
de la fuerza y DIRECCION de la
misma. Lamentablemente, solo se ha tenido en cuenta, y se sigue teniendo, la CANTIDAD, pero no la DIRECCION cosa que, para el caballo,
tan importante es la una como la otra..... como sera para nosotros si nos
ponemos en un lugar muy semejante (y muy facil de imitar). Tal vez esto ha
ocurrido por la obsesion de mantener la mano baja, como se nos ha ensenado desde siempre. ?Y
quienes han aconsejado la mano baja? muy expertos jinetes, ademas de dotados,
montando caballos ya muy domados (y seguro que tambien dotados).
Pero una cosa es lo que dicen los libros y otra lo que
realmente siente el caballo. ?Y, en que deporte no es tan importante la DIRECCION de la fuerza como la CANTIDAD de la misma? futbol,
baloncesto, tenis, atletismo (sobre todo en lanzamientos y saltos), etc
Aplicando la tercera ley de Newton, debemos resaltar que si
las acciones de fuerzas son iguales y contrarias, la CANTIDAD de fuerza y la DIRECCION
opuesta de las mismas, son indisociables. Luego en las riendas tambien.
Pero hay otra ley fisica que nos hace distinguir entre
fuerza y resistencia. Simplificando, se puede decir que la fuerza actua siempre
en una DIRECCION y en la resistencia
no existe DIRECCION. Algunos ejemplos
de nuestra vida cotidiana que nos ayudan a entenderlo son los siguientes (porque
mecanicamente, es el mismo problema):
J C RACINET en su "Vers une Equitation total"
establece la similitud de la accion de la mano
en la rienda, con el manejo del tirador de una puerta y con el exprimir
un limon. Para abrir una puerta tiramos (hacemos fuerza, hay DIRECCION),
mientras que al exprimir un limon cerramos dedos (resistimos).
LICART en Equitacion Razonada (de proxima publicacion en
Editorial LETTERA), distingue entre la mano que cierra los dedos sobre el freno
de una bicicleta y la mano que maneja el manillar. (Anado, cuando giramos con
el manillar de la bicicleta, giramos con la mano de fuera, y la mano interior
acompana, como debe ser a caballo).
Estos ejemplos nos aclaran -ayudan- a entender mejor el
funcionamiento de nuestro brazo, con el fin de que las acciones de nuestras
manos tengan una significacion mas precisa para el caballo
¿Que debemos saber de nuestro brazo en relacion con el caballo?
Primero, distinguir -para actuar en consecuencia- entre
tirar y resistir. Con mas razon que un santo, LICART nos advierte "la
falta de distincion bien clara entre tirar de la rienda y resistir, es lo que
impide a menudo, el progreso tanto de caballos como de jinetes" . Un
ejemplo que nos puede aclarar la situacion en que resulta dificil distinguir
tirar de resistir: cuando llevamos a un caballo de la mano y de repente dice
que no avanza y se queda como clavado al suelo. Nosotros tiramos del ronzal y
no hay movimiento ni por parte del caballo ni nuestra. ?Estamos tirando o
resistiendo Lo normal es que estemos tirando , aunque verdaderamente, resulta
dificil distinguir. Si, al aflojar el caballo porque decide avanzar , la
inercia nos lleva hacia delante, estamos haciendo fuerza. Si solo resistiamos,
al aflojar el caballo nos quedaremos en el mismo sitio desapareciendo toda
tension de nuestro cuerpo. PHILIP KARL, para hacer esta distincion, hace la
comparacion entre el tractor y el cabrestante.
¿Todo esto como lo aplico en mi equitacion diaria?
Lo mas importante, saber distinguir entre la accion de dedos
y de biceps: con los dedos resistimos y con
el biceps tiramos. Esto, como decia mas arriba, lo explican muy
detallada y claramente, sobre todo LICART y P KARL. Y D'ORGEIX, lo resume en una frase muy breve:
"el biceps, el musculo a proscribir por el jinete". No con la asiduidad que quisiera, pero hace
poco estuve viendo montar a Alvaro SALGUERO, hermano de sangre de mi hermano
del corazon Pepe SALGUERO. No aparte la mirada de sus manos mientras estuvo
montado. Solo abria y cerraba dedos. Ni una vez tiro de las riendas (biceps).
Esto es la mano bocherizada, o sea, la mano ideal
Aclaracion -creo que muy importante- sobre la mano
bocherizada:
Cuenta el General L'HOTTE ("Questions Equestres")
la anecdota de su despedida de BAUCHER -su
maestro- en su lecho de muerte. Este le pidio que le cogiera la mano. Cerrando
los dedos le dijo: "Siempre esto" (mano inamovible: dedos, luego solo
antebrazo que es donde estan los musculos flexores -y extensores- de los dedos).
Luego, repitiendo la operacion pero cerrando la mano y acercandosela a su
cuerpo, le dijo: "Jamas esto", o sea, tirando (con el biceps, claro).
Por cierto, es lo que recomendaba LA GUERINIERE dos siglos antes,
aproximadamente. Para discernir ambas
cosas no hace falta ser un jinete experimentado sino, simplemente, ser una
persona con ganas de aprender: visualizar la escena y ensayarla. Nos creemos que hacemos lo que pensamos, ìy a
la primera! Pero resulta que nuestro cuerpo hace lo que pensamos despues de
haberlo repetido las veces necesarias para conseguirlo. Y este es otro de los
motivos que, como dice LICART, retrasan nuestra progresion. Con razon decia SAN
PABLO "pienso y digo lo mejor, y hago lo peor". Creo que le falto la segunda parte:
".... pero hare lo mejor cuando haya hecho el suficiente numero de
repeticiones". A poco que nos fijemos,veremos en la alta competicion,
doma,salto, vaquera, la mano de los
mejores jinetes, una mano bocherizada, que resiste, pero no tira. Y esto no es,
ni mas ni menos, que un problema de aprendizaje, y del que quiera aprenderlo,
porque esta al alcance del que este dispuesto a repetir el mismo gesto las
veces que sean necesarias, hasta automatizarlo.
Insisto en la palabra "REPETIR": si para el caballo es importante,
para nosotros lo es mas. ?Cual es nuestro problema? somos capaces de repetir
hasta la saciedad lo que ya tenemos automatizado pero, cuando hay que cambiar
porque los resultados no son buenos, el desaprender resulta costosisimo, pero
no queda mas remedio que cambiar.
Creo que ha quedado claro la distincion entre tirar y
resistir y la distinta manera de utilizar nuestro brazo y, consecuentemente, de nuestra mano.
Mi maestro FEDERICO MORUGAN era un verdadero artista en el
arte (valga la redundancia) de trabajar
un caballo sin tirar, solo resistiendo.
Pero de esto y de los angulos de la riendas, y la tension de
las mismas,, hablaremos en la siguiente leccion.
Paz y espero que sirva a alguien.
José Manuel Sales Pons, "el Cura"
lunes, 20 de octubre de 2014
TRES LEYES TRES: NEWTON, THORNDIKE y de “LA MOCHILA”. Publicado en la revista Galope
Me refiero a
las tres leyes de NEWTON, las tres leyes de THORNDIKE y las tres leyes que yo
llamo de la “mochila” y que se
refieren a las leyes mecánicas que relacionan una masa transportadora con la transportada.
Las leyes “de la Mochila”, en el único tratado hípico que las he leído es en “Comprendre l’Equitation” de JEAN SAINT FORT PAILLARD”
Montamos a
caballo, y como cualquier actividad humana, está sujeta a una serie de leyes universales –de lo contrario sería un
desbarajuste- de distinta índole, y que en este momento me interesa resaltar dos tipos: las de
NEWTON y las de la “mochila” en cuanto a la
física/mecánica de la equitación, y las de THORNDIKE
en cuanto al aprendizaje del caballo.
El problema es
que son tan de nuestra vida cotidiana, que nos olvidamos de ellas,a pesar de
que simplemente las aplicamos en nuestra actividad diaria. Pero resulta que si
pensamos en ellas, nos ayudarán a montar mejor, que es de lo que se
trata, por la sencilla razón de que nos aclaran ideas hípicas .
3 Leyes de NEWTON
Primera ley
"Todo
cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo, a no ser
que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre é"l (corpus
omne perseverare in statu suo quiescendi vel movendi uniformiter in directum,
nisi quaetenus illud a viribus impressis cogitur statum suum mutare: pongo el original latino porque cualquiera lo
puede encontrar sencillamente pinchando “leyes de Newton” en Wikipedia.)
¿En qué nos afecta esta ley en
nuestro quehacer a caballo? Empezamos por reducir toda la ley a una palabra:
inercia. Nueva formulación de la pregunta: ¿en qué nos afecta la
inercia a caballo? De la misma manera que cuando vamos en un autobús urbano ¡vaya ajetreo!. Incluso se parece a cuando vamos en un coche de
copiloto, en que la inercia nos hace movernos muy a menudo. A caballo ocurre lo
mismo, sólo que como estos desplazamientos duran menos y tanbien menos intensos
(y sin darnos cuenta nos agarramos muchas veces de las riendas), somos poco
conscientes de ello. Sin embargo, el caballo que es el que nos lleva, lo siente
cada vez. Como cuando llevamos a un niño a hombros: él no se entera de nada (bueno sí, de la inseguridad en algunos momentos, por culpa del desequilibrio
que le produce la inercia cuando le hacemos algún movimiento brusco) y
nosotros de todo, cuando se nos agarra del pelo de las orejas o de las gafas.
Hay que tener
en cuenta dos datos importantes: 1º) el caballo
pesa entre 7 y 10 veces nosotros (por lo que somos para él como un niño pequeño para nosotros cuando le llevamos a hombros). 2º) Sus
reacciones son un tercio mas rápidas que las nuestras (por lo que se hace dificilísimo el acompañarle). Ademas, lo natural suyo es huir por su condición de animal presa
(3er dato importante). Conclusión: para el caballo es fácil manejarnos como nosotros manejamos a un niño a hombros y, además, sin ninguna responsabilidad o cuidado hacia su jinete/amazona. Por
lo tanto, la inercia nos desplaza sobre la montura mucho más de lo que nos
creemos. Desgraciadamente, no le echamos cuenta como decía antes, pero el caballo sí se
entera, o sufre, todos nuestros movimientos. No hay mas que ser
conscientes de lo que hacemos, queriendo o sin querer, y ponernos en el lugar
del caballo. La solución entonces será un asiento
perfecto: sobre los isquiones y sin salirse de ellos, luego la espalda nunca
por detrás de la vertical; el pie siempre debajo del culo que nos garantiza el
equilibrio (al igual que nuestro equilibrio de peatón); y fijeza
con los aductores mejor que con las pantorrillas, sobre todo si la inercia es
grande debido a movimientos bruscos, como el salto, arreones o vueltas rápidas, incluso en
las transiciones. ¿Por qué los aductores?
Porque el punto de aplicación de los aductores es mucho mas alto que el de las pantorrillas, con
lo cual la acción de la inercia es mínima. Así podemos aspirar a lo máximo como caballistas: la coordinación –lo más perfecta posible- de movimientos de caballo/jinete .
Donde más se nota la
acción de la inercia
es en las transiciones. ¡Qué difícil es la coordinación con el caballo en el momento justo de la transición! ¡Y qué importante! Si
el primer tranco de la transición es bueno, el resto fácilmente lo será ¿Y los imprevistos
de los caballos? Estos nos provocan
cantidad de desequilibrios por culpa de la inercia (cuando no, más de una caída). Un “bandazo” de un potro (o de un caballo). Un parón ante un salto,
cuando creíamos que el caballo iba a saltar. O una escapada
también de un salto, justo en el último tranco.
La inercia
existe a caballo. Y nos influye mucho más de lo que nos creemos. ¿Cómo la compensamos de una manera prácticamente inconsciente?
Hundiéndonos en la montura y agarrándonos de las
riendas, con lo cual el pagano es el caballo. Nosotros no nos damos cuenta pero
él sí nos sufre. Incluso con las monturas modernas de doma (modernas porque
son de hace menos de un tercio de siglo), mas cortas y muchísimo mas profundas para dejar bien encajado al jinete. A pesar de
ello, no le exime de la responsabilidad de ser dueño y señor de su propio equilibrio. (Espero haberme hecho entender)
Segunda ley de NEWTON
“El cambio de movimiento es proporcional a la fuerza motriz impresa y
ocurre según la línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime” (el texto original, en
latín –no en inglés- se puede leer en WIKIPEDIA).
De esta segunda
ley , ahora, voy a prescindir de la
primera parte del enunciado, “el cambio de movimiento
es proporcional a la fuerza motriz impresa”, y centrarme
en la segunda aserción: “ocurre según la línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime”
¿En qué nos afecta esta segunda
parte en nuestra monta cotidiana? Yo creo que, fundamentalmente, en la
rectitud.
STEINBRECHT (Le
Gymnase du Cheval) proclama como principios fundamentales de la Equitación: “clamo a los oídos de todos los caballistas: monta tu caballo en el movimiento hacia
delante y colócale derecho (recto)”
El General L’HOTTE (Questions Equestres) dice que el caballista “debe perseguir
tres fines: calma, adelante y derecho (recto). El orden es invariable, absoluto
y no hay que buscar el siguiente sin haber alcanzado el anterior previamente”
Y si estos
autores, y en general todos, insisten en la rectitud es, precisamente, para
cumplir esta segunda ley de NEWTON: la fuerza motriz proveniente del tercio
posterior del caballo sólo será plenamente
eficaz si el caballo está totalmente
recto. De lo contrario, buena parte de dicha fuerza motriz se desperdiciará, que es
precisamente lo que ocurre cuando un caballo va torcido.
El Comandant DES
SALINS (Epaule en Dedans, Secret de l’Art Equestre)
afirma: “Para obtener el mayor efecto de su potencia, los propulsores deben de
trabajar en el eje del caballo”. Lógicamente, si el eje del caballo no está bien derecho, la potencia de los propulsores se perderá por el camino (como el
eje, o la transmisión, de cualquier vehículo).
En esta segunda
ley entra –y no creo que sea meterlo con calzador- el tema de las flexiones y
cualquier trabajo en incurvación, desde la espalda adentro hasta las piruetas al galope, pasando por
todos los ejercicios intermedios: apoyos, etc. Sólo que en un sentido
totalmente opuesto. Y me explico:
Parto de la
base, como decía al principio, de que el
animal que nos lleva –el caballo- pesa, aproximadamente
7/10 veces nosotros, con la consiguiente diferencia proporcional de
fuerza; que es un animal que, de natural, siempre va hacia adelante (el sentido
de huída, cuando educamos bien al caballo, se convierte en impulsión); con un espíritu de colaboración como ningún otro animal
(a la historia me remito); y que, como nos dijo MAREY, es el animal que ha
alcanzado la mayor perfección en la economía del esfuerzo (ley fundamental de la evolución). Gracias a
todo esto, el caballo sigue siendo el animal que más nos ayuda y
colabora a superar nuestros límites. Unos límites que, desde el principio de la domesticación hasta apenas
hace un siglo, abarcaban todas las necesidades de supervivencia del hombre y
que ahora, aun siendo importantísimo, ha sido trasladado con naturalidad y por exigencia de los tiempos, al
campo del ocio. Me remito a una frase de D’ORGEIX, para mí genial: “La presencia del caballo en este deporte, permite al jinete verse como
él desea y no
realmente como es” (sigue siendo superación de los
propios límites).
Con todos estos
datos resulta que el caballista necesita, no sólo controlar un bicho
enorme sino sacarle también el máximo rendimiento o, como suelo decir, el gesto confortable y económico para lo
que queremos que haga: nosotros queremos hacer y el caballo debe hacer. (Sin
perder de vista lo que dice el Rey absolutista en el capítulo 10 de El
Principito: “sólo se deben dar órdenes razonables”). Mejor manera
de conseguirlo: sacando al caballo de su eje, o sea, incurvándole, o sea, flexionándolo (ganar
sin luchar) Así, durante el proceso de educación y aprendizaje
del caballo, éste no podrá utilizar su fuerza –enorme en comparación con la nuestra- para
hacer lo que el instinto le dicta, por la sencilla razón de que le sacamos de su eje en ese preciso momento. ¡como si li hiciéramos una llave de jiu
jitsu no violenta! Y además, le flexibilizamos,
con lo que le hacemos mejor atleta
Tercera ley de NEWTON:
“Con toda acción ocurre
siempre una reacción igual y contraria: quiere decir que las acciones mutuas de dos
cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto”
A esta ley se
le llama también el “principio de acción y reacción”
Sobre esta ley hablaré en la próxima lección, centrándome en la acción del jinete sobre la rienda,
o sea, acción/reacción de mano/boca
Paz y espero que sirva a alguien.
José Manuel Sales Pons, "el Cura"
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