Planteo una reflexión sobre unos momentos importantes en un recorrido de salto de obstáculos. Me
refiero a los trancos previos de la batida, a los cuales ya se les va dando la
importancia que tienen en la disciplina del salto. Todavía no se habla
habitualmente de ello pero sí se
practica en la alta competición.
Tal vez los dos ejemplares que mejor ilustran esta
“anticipación del esfuerzo” sean los
caballos Oki Doki y Hickstead. Ambos,
lamentablemente ya desaparecidos pero a los que aún podemos ver gracias a you
tube.
¿Qué nos interesa ver
en ellos? en los trancos previos al
salto, progresivamente, van cambiando la
forma del galope: las batidas de manos se van acentuando hasta llegar a
la batida definitiva, o sea, la del salto. Y resulta que es una buena manera de
garantizarnos la mejor calidad de la misma .
Oki Doki
En todos los deportes que practica el hombre en los que no interviene el caballo, que son la mayoría , el concepto de
anticipación es importantísimo, pero se toma normalmente en otro sentido, en el
del tiempo. Para el hombre, el
tiempo está enfocado a su futuro,
y para el caballo el futuro más remoto pueden ser dos segundos que es el tiempo
que tarda en abordar el salto que tiene delante. Para él, el tiempo que cuenta sólo es el presente.
Del pasado, su memoria retiene experiencias buenas o malas; y, al contrario que
la nuestra, es indeformable a lo largo del tiempo . Sólo un trabajo de
habituación –o deshabituación- hará que cambien sus recuerdos .
Hickstead
La anticipación que nos interesa con el caballo es la del
esfuerzo, es decir, preparar en los trancos previos la batida del salto. Algo
parecido es lo que también hace el atleta
en el salto de altura.
¿Qué es lo que ocurre en el salto? Al contrario que en las otras disciplinas, en
un recorrido de salto , cada uno de los obstáculos requiere un tranco “
explosivo” en la batida. La explicación de este fenómeno nos la da HOSHMUTH,
quien estableció el principio biomecánico de la “fuerza inicial”: “en un movimiento deportivo en el que se
precise obtener elevada velocidad final (saltos y lanzamientos), debe ir
precedido de un movimiento en sentido contrario. Del frenado de dicho
movimiento contrario, la fuerza muscular parte con un `valor inicial´ positivo para el impulso acelerador.
No obstante, la relación entre el impulso de frenado y el de aceleración, debe
tener un valor óptimo”
FERNANDO VIZCAINO en
su “Análisis Biomecánico de la Batida del Caballo de Salto”es el que mejor
explica, desde su perspectiva de biomecánico,
la importancia de los trancos de aproximación y el por qué. Dice en la
página 238:
“Cada vez mas los análisis cinemáticos se extienden hacia
los trancos de aproximación (Clayton, Deuel, Leach, 1986-97), en la búsqueda de
las implicaciones que los desplazamientos previos puedan tener en el
comportamiento de las variables de la Batida.”
“Como en todos los saltos con carrera previa, la batida
tiene por objeto generar un momento lineal vertical que, sumado vectorialmente
al momento lineal horizontal producto de la carrera, transforme la velocidad en
la que se requiere para el vuelo.”
“Si el caballo se
acerca al lugar de batida a gran velocidad, dispondrá de poco tiempo
para crear el impulso vertical, el ángulo de despegue de la velocidad será
menor y, por tanto, el vuelo será mas raso, con el consiguiente riesgo de
derribar el obstáculo.”
“Así, el caballo debe procurar tener el suficiente tiempo
para conseguir la velocidad vertical adecuada y el ángulo de despegue buscado.
En la mayoría de los casos la ganancia de velocidad vertical implica cierta
reducción de la velocidad horizontal que, por otra parte, no es deseable, ya
que la pérdida de velocidad puede suponer que se supere el tiempo máximo
concedido para la realización del recorrido.”
“Debe tenerse igualmente en cuenta que el caballo es un
cuadrúpedo de considerable masa y volumen que precisa un importante impulso
para iniciar el vuelo y superar un obstáculo de 1`50.”
Los autores del siglo pasado hablaban de la conveniencia de
llegar al salto con trancos crecientes o decrecientes, o incluso constantes, y
cómo conseguirlo, pero no aclaraban mas. Bueno, lo mas importante entonces era “la distancia”. Sólo JEAN D’ORGEIX en “L’Equitation de Saut
d’Obstacles 2/la methode” (Ed. Robert
Laffon, 1979), añade un dato importante:
“Nuestro objetivo va a consistir en enseñarle al caballo a
recular su centro de gravedad durante los tres últimos trancos, lo cual se
conseguirá con la elevación de la base del cuello y aumentando el remetimiento
de los pies haciendo bajar las caderas”
D’ORGEIX fue un
pionero de la técnica actual –del siglo XXI- del salto, al igual que la
americana KATHY KUSNER. Ambos coincidían, entre otras cosas, en la posición del
cuello: “hay que obligar al caballo a levantar el cuello sobre un ángulo
próximo a los 70 grados con las riendas cortas.
Sin dudar en actuar sobre la comisura de los labios con acciones secas
–incluso exageradas si fuera necesario-
en los comienzos“. Hoy en día
vemos en la alta competición cuellos completamente verticales.
El Dr. PIERRE PRADIER en su libro “Mecanique Equestre et
Obstacle” (Maloine, 1999), aún siguiendo con la controversia de trancos
crecientes o decrecientes, sí añade otro dato importante. En la página 30 dice:
“…….no existe una verdadera técnica de tranco decreciente
mas que aumentando el remetimiento (de los pies) y la tensión, dando origen en
los tres o cuatro últimos trancos a ··trancos saltados··”.
En la época en que vivimos, se suele hablar de “galope de
calidad” (MICHEL ROBERT y otros muchos),
sin mayores especificaciones.
Todo lo dicho hasta ahora ¿cómo se traduce en el día a día
sobre nuestro caballo de salto?
Primeramente, hay que tomar conciencia de la importancia de
la “anticipación del esfuerzo” que, dicho de otra manera, sería la preparación
de la batida en los trancos previos. Toda acción requiere su “preparación” y,
gracias a Dios, hoy en día conocemos la mecánica del salto muchísimo mejor que
hace unos años. Ya no vale el “correr” hacia el salto –mal llamada impulsión-
sino equilibrar sin perder impulsión,
incluso si cabe, aumentarla con pies que entran mas bajo la masa y
permanecen activos. Se trata, lógicamente, de llegar dando “saltitos”, justo lo
contrario de “correr” hacia el salto. Hoy, el equilibrio en la impulsión es mas
importante que “la distancia”.
El sentido del equilibrio del caballo ha evolucionado
muchísimo. Y para que el jinete/amazona lo sienta, primeramente hay que
educarlo. Para abreviar, repito la definición de “aprendizaje”:
“Incorporar nuevos conocimientos que nos ayudan a CAMBIAR
nuestro comportamiento”
Si lo que hay que manejar es el equilibrio del caballo –de
acuerdo con lo que él siente que no suele coincidir con lo que piensa el
jinete-, el elemento equilibrador fundamental es, precisamente, su “balancín”,
es decir, el cuello y la cabeza. El
caballo cambiará su equilibrio según suba o baje el cuello (y los pies acordes
con la posición del cuello); y la sensación percibida de este cambio por el
jinete, es mínima. De hecho, hasta hace relativamente muy poco tiempo, se aflojaban las riendas en la llegada para
que estirara el cuello –pensando que se ayudaba al caballo-, sin ser consciente
el hombre del problema de equilibrio que se le ocasionaba al pobre animal por
el momento de la fuerza que produce la horizontalidad del “balancín”. Sin tener
conciencia del problema puramente físico –al menos de su enunciado-, lo que
está bien claro es que hoy el caballo se aproxima al salto con su cuello
siempre cerca de la vertical. Consecuencia de esta posición es que el caballo dobla
mucho mas la rodilla, o sea, “anticipa” el salto . En la época en que los
americanos utilizaban el PSI en la alta competición, uno de los requisitos para
su elección es que doblaran mucho la rodilla en el galope. Ello presuponía
mayor facilidad para saltar. Indudablemente, hoy en día, también interesa el
caballo que de natural doble la rodilla.
Así pues, los rasgos fundamentales -y que saltan a la
vista- de la silueta del caballo en su aproximación al
salto -anticipación del esfuerzo-, son:
1º.- cuello próximo a la vertical y cara hacia la horizontal
2º.- las rodillas se van doblando progresivamente, llegando
incluso a la exageración (mas elevaciones que las de un caballo español; ¡y
hace unos años nos quejábamos del braceo de nuestros españolitos!)
3º.- pies bien activos y grupa baja
Además está lo que no se ve pero que el caballo siente, o
sea, lo inimitable de los jinetes/amazonas de talento
Paz y espero que le sirva a
alguien.