Tras lo escrito por José
Manuel en el blog sobre
las riendas leweling (ledering o
Thiedemann- desconozco el nombre correcto, pero de tener que renombrarlas yo me
decantaría por deslizantes con tope-) estuvimos conversando sobre los
pormenores de su uso y de como he refinado su empleo gracias a sus
explicaciones sobre las alemanas -ya que, su mecanismo fundamental es idéntico-
El que me hizo saber de su existencia -me enseñó su sencilla fabricación- y
ajuste fue J. Sureda. Creo que lo que las diferencia de las alemanas, cara al
jinete, es que éste no tiene que preocuparse de elegir la combinación perfecta
del largo de la rienda deslizante en conjunto con la rienda normal para que el
cuello trabaje bien en estiramiento -su cometido-: nuca debajo de la cruz, cara
en la vertical y cuello recto. Claro está, esto depende de haber realizado un
ajuste previo correcto, cosa que no es muy difícil si disponemos de alguien pie
a tierra que nos de norte del perfil del cuello y de la colocación del caballo.
Las ventajas para el jinete menos experimentado y novel en el uso de rendajes
auxiliares pasan, en primer lugar, por llevar en la mano sólo un juego de
riendas, y en segundo lugar -esta ventaja la disfruta más bien el caballo- nos
garantizamos el no abusar de acortar la rienda deslizante, que es la que
encapota al caballo, pues tiene tope. Por lo tanto, cuando buscamos una
posición alta en la nuca acortando riendas, solo actúa la rienda normal y la
deslizante queda en banda. Al solicitar extensiones de cuello, primero la
rienda deslizante va tensándose a medida que el cuello desciende y se estira, y
cuando esto ocurre, tenemos que estar muy concentrados en abrir los codos del
todo para conseguir la extensión de cuello completa. Mi
experiencia personal con ellas es magnífica, las he usado en caballos rígidos,
con tendencia a invertirse y a las pocas
sesiones su gesto se vuelve más educado hacia abajo.
Apéndice sobre su fabricación
y ajuste.
Todas las versiones comerciales
que he visto van montadas sobre martingala, pero creo que para que funcionen
correctamente tienen que parecerse lo máximo posible a unas alemanas. Para ello,
os propongo una idea de cómo fabricarlas fácilmente. Para la rienda deslizante
utilizo una cuerda de 0,5 cm de diámetro –de ferretería- y un par de
mosquetones de gatillo. Para la rienda normal se debe coser una hebilla de
medio punto a 35 cm del extremo que abrocha en el filete. –Aquí necesitaremos
la ayuda de un guarnicionero- (Ver croquis con medidas y fotografías de ambas
riendas). Las medidas que propongo, a mí me funcionan muy bien, pero bastará ir
probando y alargar o acortar al gusto.
Para su colocación ponemos un
extremo de la rienda deslizante en la cincha –como en las alemanas- las pasamos
entre los anteriores del caballo y a continuación por la anilla de filete -de
dentro hacia fuera- para finalmente colocar el mosquetón en la hebilla de medio
punto de la rienda normal.