Yo ya lo he experimentado con varios caballos distintos pero durante muy
poco tiempo en cada uno de ellos.Consecuentemente, ni puedo ni debo
expresarme. Y estoy esperando fotos y comentario de un alumno mío, pero
hasta que lleguen, prefiero publicar la presentación de sus inventores,
Rafael y Raul. Y cuando llegue el correo de Holanda -espero que no me lo
haga llegar a caballo-, publicaré más.
Lo dicho, lo que va delante, va delante.
Como siempre, espero que os sirva. Y paz
SOBRE EL BOCADO DE ACCIÓN DIRECTA
R. Monterreal, R. Enrique
Basta ojear Mosemans’
Illustrated Guide for Purchasers of Horse Furnished Goods (New York, 1892)
para apreciar, aunque sea sólo parcialmente, lo mucho que el ingenio del hombre
ha sido capaz de crear para el gobierno del caballo. De entre todas estas
invenciones, corresponde al bocado la mayor diversidad, pues no en vano es
mediante éste que el jinete frena, conduce y ayuda al caballo. Aunque estas
tres funciones básicas puedan ser realizadas de otras muchas maneras, jerárquicamente
el bocado se halla en la cúspide de todas las alternativas conocidas, al menos
para todos aquellos jinetes que podríamos denominar clásicos. Pero la pregunta que inmediatamente nos viene a la mente
es por qué. Por qué ha suscitado el
bocado ese continuado interés a lo largo de la Historia; por qué tantos modelos
diferentes de bocados y, al mismo tiempo, por qué después de tanto derroche creativo,
es la boca del caballo lo que más ha incomodado y preocupado a la inmensa mayoría
de los jinetes de todas las épocas, incluida la nuestra. Nosotros
desconocemos la respuesta, pero nos inclinamos a creer que el ser humano ha dado
reiteradamente crédito a la hipótesis de que la voluntad del caballo puede ser suficientemente
bien gobernada con la sola intervención de una máquina.
Movidos seguramente por la misma inquietud, hemos propuesto
nosotros también un nuevo modelo de bocado, con la esperanza de que esta
máquina llegue a mediar de forma diferente entre las voluntades de jinete y
caballo, tan divergentes en sus orígenes, pero tan vinculadas de hecho en la
vida cotidiana. Le agradecemos por ello sinceramente a José Manuel Sales el que
nos haya brindado la oportunidad de divulgar en su magnífico blog las ideas que
sustentan este nuevo diseño.
Todos los bocados pertenecen al género de las
denominadas máquinas simples. Son
máquinas que han ayudado al ser humano desde sus orígenes, dada su sencillez y
uso intuitivo, tales como las palancas y poleas. De algunas de estas máquinas
se ha servido el hombre para, mediante las riendas, alcanzar la boca del caballo y actuar sobre
ella con diversos propósitos. Hay máquinas simples de empleo cotidiano cuyo
funcionamiento es plenamente intuitivo y su mal uso carece de consecuencias,
como puede ser un cascanueces o un sacacorchos. Por el contrario, otras pueden
llegar a ser bastante intuitivas también en su manejo, pero su mal uso conlleva
unas consecuencias desastrosas, como por ejemplo, unas tijeras o un bocado.
Muchos jinetes probablemente desconozcan que la acción de toda máquina simple
y, por tanto, de cualquier bocado, puede describirse matemáticamente, de modo
que la fuerza resultante de la acción del jinete a través de las riendas sobre
la encía del caballo puede ser calculada con gran precisión. El resultado de
algunas de las fuerzas que debe soportar el caballo sobre los asientos de su
encía, incluso en bocados de uso cotidiano, son ciertamente muy intensas, y al
menos una vez en su vida los jinetes deberían conocer la magnitud real de las fuerzas
que su caballo soporta cotidianamente. No vamos a entrar aquí, por razones
obvias, en la descripción de la física del bocado, pero proporcionaremos esta
información a cualquier lector interesado[1].
El concepto de bocado que proponemos introduce algunos
elementos que lo diferencian del resto de los frenos de barbada (bocados
convencionales), y que se resumen en los siguientes puntos:
a) La máquina no es una palanca de segundo género, sino
de primero, de modo que la ecuación que describe su dinámica es diferente.
b) La resultante del sistema de fuerzas en esta máquina
de primer género es siempre perpendicular a los asientos de la encía, de tal
forma que se mejora la eficacia del freno así como su estabilidad en la boca
del caballo.
c) El bocado no gira antes de entrar en acción lo que,
unido al diseño de sus alacranes embutidos en los portamozos, proporciona un
tiempo de respuesta a la acción de la mano mucho menor.
d) Como consecuencia de lo anterior, el cañón del nuevo
bocado está girado 90º respecto al del bocado convencional; ello conlleva el que
la lengua se acomode permanente bajo el desveno, lo que proporciona confort al
caballo.
Normalmente los jinetes saben si un hierro es duro o
no, pero realmente desconocen en qué cuantía. Creemos que es importante saber cuán
fuerte es el hierro que vamos a utilizar y, además, en qué se diferencia de los
demás a la hora de llevar a cabo una determinada elección. Para cuantificar el
grado de dureza del bocado hemos de recurrir a la denominada Ventaja
Mecánica (VM) de la máquina simple. La VM, adaptada al caso
particular del bocado, la definimos como el cociente entre la fuerza resultante
que actúa en dirección perpendicular a los asientos de la encía y la ejercida
por el jinete al tensar las riendas. Su interpretación es sencilla: si un
bocado tiene VM = 3, significa que si el jinete tira de las riendas con una
fuerza equivalente a 1 kg
de peso, el caballo recibirá sobre las barras de su encía la equivalente a 3 kg. Todo bocado, como
máquina simple que es, tiene su propia VM. Cuando diseñamos este bocado
pensamos que sería muy útil para el jinete poder cambiar la VM sin cambiar de
bocado, en función del tipo de monta que fuera a realizar y, por supuesto, conocer
en todo momento la VM de su hierro. El resultado ha sido un bocado de piernas intercambiables
sin el auxilio de herramientas, calibradas y grabadas de tal forma que el jinete
puede conocer siempre la VM que está empleando o vaya a utilizar en diferentes
situaciones (figura 1).
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Fig. 1 Montaje y vista final del bocado de
Acción Directa
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Fig. 2 Diseño CAD del bocado de Acción Directa y su
ajuste en un PRE
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Este bocado, tal y como se preguntarán muchos
lectores, exige un ajuste diferente, así como un aprendizaje inicial por parte
de jinete y caballo, ya que proporciona una sensación al contacto y al apoyo algo
distintas. Las acciones de la mano, cualquiera que sean, son más inmediatas, y
el contacto puede parecer inicialmente demasiado firme, aunque esta sensación
se modera progresivamente con el uso. Según nuestra propia experiencia, así como
la de los (muy pocos) jinetes que desinteresadamente nos han hecho el favor de probarlo,
creemos que probablemente este bocado ayudará a los caballos que presentan en
general dificultades con la embocadura.
Gracias de nuevo, José Manuel, por haber probado
nuestro hierro, por tu enorme interés y comentarios, así como el ofrecimiento
de tu blog para ayudarnos a divulgar a los demás jinetes lo que sin duda es otra
ocurrencia hípica más que añadir a la
ya larga lista.