jueves, 28 de marzo de 2013

VERGEL ( y cinco más). 1951

Como el saber no ocupa lugar y, tambien, el que no conoce la Historia está condenado a repetirla (Napoleón dixit), muestro una interesante página de la revista L'Eperon de agosto de 1951, o sea, de hace 62 años casi. De ella resalto dos datos curiosos
El primero, las medidas de seis importantísimos caballos de aquella época y cada uno representa a un país europeo. Nuestro representante es Vergel, un caballo de pura raza española y q ese año había ganado entre otros, el Gran Premio de Paris con Paco Goyoaga. Lo único que sé de este caballo, además de la raza, es su edad, ya que nació en 1942. Y lo que más me choca, porque lo he podido ver en alguna foto de perfil, es que el hiero -muy grande y desconocido para mí- lo llevaba en el muslo derecho. Sí recuerdo que en aquella época , en Córdoba, se herraba a caballos y yeguas en la derecha (recuerdo a los Garcia-Mateos, todos herrados a la derecha. No así los Millan-Poblaciones). Pero no puedo garantizar que fuera cordobés. Por los datos que vemos, hoy sería un caballin. Lo mejor, creo, las espaldas
El segundo dato que resalto es el primer párafo y que traduzco para los que no controlen el francés. Dice así:
"En la primavera de 1946, Holanda compró en Irlanda un lote de 300 caballos. Los jinetes que habían perdido en el curso de la guerra un caballo de concurso, podían elegir un caballo de este lote a un precio interesante"
Estamos hablando de hace algo mas de medio siglo. Y de Holanda. Hoy en dia uno de los paises pioneros en la cría del caballo de deporte. En aquella época -yo la he vivido por razón de edad- los holandeses tenían que ir a Irlanda para surtirse de caballos de concurso. En apenas medio siglo han sido capaces de pasar de no tener, a ser de los primerísimos criadores, sobre todo en cuanto a calidad
Paz y espero que os sirva a alguien

martes, 26 de marzo de 2013

ACERCA DE LA BATIDA por MIGUEL MORALES

Hace unos diás, Miguel Morales, viejo amigo caballista, al saber de mi interés por el tema, me envió este trabajo por si me -nos- podía aportar. 


Lo considero un complemento excelente a mis trabajos sobre el salto -o viceversa- porque él, Miguel, cuantifica lo que yo relaciono. Como le decía en mi correo de acción de gracias, espero que no sea el último y siga su trabajo de investigación porque aún puede dar mucho de sí -tanto él como el tema-, y es una de las actividades que mas necesitamos en nuestra España hípica.  
Muchas gracias MIGUEL, y ojalá  sea el primero de algunos más 
Paz y espero que os sirva a alguien





CONCLUSIONES:

1.‐ A medida que se sube la altura del salto , el punto de batida se aleja del mismo, tanto en el vertical como en el fondo, siendo ese aumento similar a los cm que se han incrementado en altura

2.‐ Las distancias de batida tanto para el vertical como para el fondo, suele ser similares, lo que se hace más patente a partir de alturas de 1,30 m.

3.‐ Las distancias de recepción son considerablemente menores en los fondos que en los verticales ‐ no tenemos en cuenta la profundidad del fondo‐ extremo este importante para el jinete a la hora de realizar el reconocimiento del recorrido, teniendo en cuenta las características del vuelo de su caballo. Podemos establecer como medida la de un 22% menor la recepción en los Fondos que en los Verticales

4.‐ Se han encontrado diferencias considerables en las distancias de batida y recepción del caballo del profesor y el de la muestra, siendo a veces esta diferencia de hasta 1 m. aunque la proporción entre distancia de batida y recepción es proporcional entre caballos. Entendemos que esta diferencia es debida al ritmo y velocidad de la aproximación. Con el caballo de la muestra se adoptó un ritmo de entrenamiento cadenciado y más corto que en competición. También puede ser debido a la mecánica de cada caballo en el vuelo, puede ser que el caballo de Luis no de tanto la cruz como el Carpanho.

5.‐ La suma de distancias de batida y recepción entre el vertical y el fondo (sin contar la profundidad de éste) es superior en el vertical, de ahí que en las combinaciones siempre se opte por se algo mayores las distancias después del vertical.

6.‐ En el caballo de F. Pérez Díez, a partir de las alturas de 1,30 m la distancia de recepción difiere solo en 20 cm entre el vertical y el oxer, mayor en el vertical.

7.‐ Si comparamos los dos caballos, se aprecia una mayor proporción entre las distancias de batida y recepción con las alturas, tanto del vertical como con el fondo, manteniendo siempre un incremento proporcional al aumento de la altura del obstáculo, en el caballo de F. Pérez que en el de Luis Fdez., posiblemente debido a la regularidad en llegar en el "sitio" acorde este a la altura del salto.

CONSIDERACIONES SOBRE LOS ANGULOS DE BATIDA Y RECEPCIÓN

8.‐ Si comparamos los ángulos de batida y recepción entre los dos caballo, observamos que los de Luis son todos de valor mas bajo que los de Fdo. Por lo que es fácil deducir que la parábola de Carpanho es mas "redonda".

9.‐ En los dos caballo los ángulos de batida son mayores que sus correspondientes de recepción, por lo que se deduce que la parte de la parábola descendente es menos pronunciada que la ascendente, por efecto posiblemente de la fuerza del empuje de los posteriores del caballo.

10.‐ En los dos caballos se da la coincidencia de que a partir del 1,15 (vertical) y mas concretamente en las alturas de 1,35 y 1,45 m, los ángulos de batida se mantienen muy igualados, lo mismo que los de recepción, siendo por consiguiente sus parábolas muy similares.

11.‐ Si comparamos los ángulos de batida entre el V y el F, del caballo Carpanho, observamos que son mayores los correspondientes al F, lo que nos dice que

lógicamente está relacionado con que la distancia de batida es mas próxima al obstáculo en los fondos, aunque esta diferencia no es muy considerable.

12.‐ En el F, a medida que subimos la altura a partir de 1,15 m los ángulos de batida decrecen, lo que significa que el caballo se separa más del obstáculo para batir lo que parece lógico, pero en proporción en los obstáculos pequeños el caballo se acerca más.

13.‐ En los dos caballo se observa que los ángulos de recepción en los F son mayores que sus correspondientes de los V, lo que nos indica que la recepción en

en los F el caballo cae más "picado", lo que hay que tener en cuenta para las distancias posteriores en calles y combinaciones, así como para impulsarle más

tras la recepción.

14.‐ A partir de 1,15 m los ángulos de batida en los V aumentan progresivamente, mientras que en los F ocurre lo contrario, decrecen. Ocurre en el de Luis a partir de 1,35 m en los fondos.

15.‐ El comportamiento respecto a los ángulos de recepción (a partir de 1,15m) tanto en el V como en el F van decreciendo, curiosamente en el caballo de Luis ocurre al revés. Lo que me lleva a pensar que el caballo de Luis ha ido a mayor velocidad y ritmo durante la prueba y que su salto ha sido más plano, lo que está en concordancia con las mayores distancias en las batidas y recepciones del obstáculo.



Miguel Morales ‐ CTDEN 3

martes, 12 de marzo de 2013

El desbrave del potro. 2ª parte. Por VICENTE FRANCH



El equilibrio del potro
Esta es la otra parte fundamental dentro de un desbrave que debe estar presente cada día de trabajo. Adiestrar un potro no solo es enseñarle a ser montado. También se trata de prepararlo físicamente para que pueda llevarnos cómodamente en su dorso y moverse sin demasiada dificultad. Si se tiene en cuenta esta idea, evitamos lesiones (dorsos rotos, cojeras, caballos ensillados a edades muy tempranas…), problemas de comportamiento derivados y desde un punto de vista funcional, alargamos la vida “útil” del caballo.
El trabajo sobre el equilibrio reside fundamentalmente en que el potro aligere y levante las espaldas y fortalezca su parte posterior, tanto la grupa como los abdominales. Así desplazará su equilibrio hacia atrás y aligerará la parte delantera.
La parte posterior es el motor. La delantera la dirección. El dorso la transmisión. El peso de un jinete en un dorso sin muscular rompe la transmisión. Fortalecer la parte posterior da potencia al motor. Fortalecer el dorso garantiza una buena transmisión con o sin jinete. Levantar la parte delantera aligera la dirección.
Podríamos profundizar sobre la biomecánica del caballo y cómo funciona pero ya existen libros especializados sobre el tema y sobretodo, tenéis al Cura.
El trabajo de reequilibrio se puede empezar en un picadero redondo donde el animal deberá ir algo incurvado. La misma incurvación provocará la necesidad del potro de buscar la mejor forma para moverse sin perder el equilibrio. El trabajo de fortalecimiento y reequilibrio puede continuar en las salidas de campo, primero al paso y buscando subidas y bajadas, donde el potro deberá estirar el cuello, meter los pies bajo su masa y aligerar sus manos para superarlas. A medida que va fortaleciéndose, podrá realizar lo mismo a un aire más rápido.
El trabajo de campo puede formar parte de los trabajos a riendas largas. Se pueden aprovechar las primeras salidas para trabajar la confianza y el ser dirigido, el moverse por lugares desconocidos y el trabajo de fortalecimiento. Si ya lo hemos montado, siempre empezaremos al paso.
La morfología del potro puede condicionar su capacidad o facilidad de equilibrarse. Además de la genética, el entorno donde crece puede condicionar el buen desarrollo de su musculatura, ligamentos y tendones. Los espacios como cuadras o corrales son demasiado pequeños para que un potro pueda galopar o llevar a cabo sus juegos y por lo tanto lo perjudican. Compensar la falta de espacio con un programa de trabajo no siempre funciona. Siempre es más fácil dejar que se desarrollen naturalmente que intervenir luego con artilugios o montados (y contando con que sabemos utilizar los artilugios y que sabemos qué plan de trabajo hacer y cómo realizarlo. Lo contrario, sería nefasto).

Un potro árabe con equilibrio natural, en sus primeros trabajos. Su dorso está recto y su cuello estirado aunque para ser montado, deberá aprender a desplazar algo más su equilibrio hacia el tercio posterior. Para equilibrase, la musculatura del tercio posterior, la del dorso, la cintura escapular en las espaldas y la del cuello, deben trabajar conjuntamente.

Otro potro árabe de más edad y con algunas sesiones de trabajo encaradas al reequilibrio. Su dorso está recto, el cuello estirado y las espaldas levantadas. A diferencia del anterior, su tercio posterior está más fortalecido. Puede llevar a un jinete.


Una potra árabe con buenos movimientos pero el cuello invertido. Si lo baja, se desequilibra.  El trabajo con ella será ayudarle a descubrir que levantando sus espaldas y bajando la grupa puede ir con la cabeza baja. Se fortalecerá progresivamente a lo largo de algunas sesiones de trabajo. Luego estará preparada para soportar el peso de un jinete.

Un paso intermedio. La potra es capaz de bajar la grupa y subir sus espaldas al trote pero no está preparada para bajar el cuello.
El caso más común es el del potro con el peso desequilibrado hacia el tercio anterior y con el dorso ligeramente inclinado en la misma dirección. Después de algunas sesiones, el potro es capaz de andar con el dorso recto y el cuello estirado. A medida que va reequilibrándose, el dorso se inclina hacia atrás: baja la grupa y suben las espaldas. Veamos otro ejemplo:

Otro potro árabe trotando. Está volcado hacia adelante.


Un eslabón más en el cambio de equilibrio. El dorso está casi horizontal.


Baja la grupa, sube las espaldas.


Estas tres últimas fotos pertenecen a una sola sesión de trabajo. Asentar el cambio de equilibrio requerirá de más tiempo y variará en cada caballo (según su morfología, el tiempo que tarde en darse cuenta de la comodidad de moverse así, y nuestra capacidad de relajarlo durante el trabajo). Ocurre a menudo que durante las primeras sesiones, la tensión del potro le mantiene con el cuello “del revés” o invertido. A medida que esta disminuya, el cuello se relajará y será más fácil el reequilibrio.
Utilizando la coordinación, podemos provocar que se relaje y baje el cuello.  Poco a poco irá descubriendo que así va más cómodo y normalizará esta forma de moverse.
En casos de caballos resabiados, se hace una redoma en función de problemas físicos y emocionales que será más eficaz en cuanto menos se parezca a los anteriores trabajos a los que se ha sometido y nunca nos ajustaremos a metodologías o técnicas aplicadas sino que buscaremos lo mejor para nuestro caballo. Si él está confiado, tranquilo y lo puedes ver alegre, después de cada trabajo, estas haciéndolo bien. No importa si lo has hecho con una cuerda, con una fusta, con tus manos, con una cabezada de cuadra, un filete, una serreta, etc. El siempre te dará la respuesta. 
Un saludo. Quedo a vuestra disposición.

lunes, 4 de marzo de 2013

ANTOLOGIA DE LA LITERATURA ECUESTRE II Simón de Atenas



SIMON DE ATENAS es el primer autor del que tenemos noticia –pocas- que ya escribió sobre el caballo montado. Vivió  entre la segunda mitad del siglo V y la primera del siglo IV a.C..  Es decir, un poco anterior a Jenofonte.  Es precisamente gracias a Jenofonte , que se sabe de su existencia, hasta que en 1853 se descubrió en la Universidad de Cambridge  un manuscrito –con unas pocas frases, y no completas- atribuídas a SIMON DE ATENAS.

JENOFONTE, en su libro “Acerca de la Equitación”, comienza hablando de SIMON en los siguientes términos:

“De hecho, existe un libro sobre equitación compuesto por SIMON……..   En cuanto a mí, todas las cuestiones  que plantea y sobre las cuales me sienta de acuerdo, no las omitiré, ya que será un placer exponerlas a los amigos por ser dignas  de un hombre de caballos con los mismos principios hípicos que yo.  Y las cuestiones que ha omitido, trataré por mi parte de exponerlas todas”

Un poco más adelante vuelve a citarlo al hablar del casco del caballo:
“Es por el sonido, como dice SIMON, como se reconoce la bondad del pie; y con razón: pues el casco hueco resuena como un címbalo al golpear el suelo”

Finalmente, JENOFONTE  vuelve a citar a SIMON  en el capítulo XI:
“Lo que a un caballo se le obliga a hacer por la fuerza, como dice SIMON , no es ni bello ni elegante. Es como si a un bailarín se le obligara a danzar  con una vara y un aguijón; hombre o caballo, con un tratamiento parecido, mostrarían más bien una actitud muy poco agradable. Al contrario, al pedir, el caballo debe sentir que puede desarrollar los más bellos y brillantes aires”

Estas son, creo, todas las citas de JENOFONTE.

Buscando en la red las citas descubiertas en la Universidad de Cambridge, he dado con la web Relinchando.com a la cual os remito. En ella está todo el texto conocido hasta ahora. Además, en castellano, traducido por Federico Silla.

Todas las citas se refieren a la conformación del caballo. Transcribo la última:
“Estas son las características relativas al aspecto exterior de los caballos, y el que posee todas estas cualidades en su máxima expresión, es el mejor;  ya que cuantas más posea, más servicios puede ofrecer”
Paz y espero que os sirva a alguien