(La sabiduría popular dice que la equitación es puro
sentimiento. Pero cuantos más y mejores conocimientos tengamos, mucho más
educado será el sentimiento)
Esta foto la llevaba en mi mente –imaginativamente-
mucho tiempo. Gracias a Sophie que me la enseñó y a Hervé que la hizo,
puedo hacer uso de ella para explicar el tema tan manido de la distancia
de la batida en el salto.
En ella vemos una secuencia de 5 posiciones sobre el
mismo salto. Entre la 1ª y la 5ª apenas sí ha pasado un segundo de tiempo, lo
cual quiere decir lo difícil que le resulta al ojo humano retener tanta imagen
distinta en tampoco tiempo.
A fines del
siglo XIX ya hablaba LENOBLE DU TEIL de la importancia de la fotografía en la
equitación. Y, previamente, tanto MUYBRIDGE como MAREY –que no tenían nada de
hípicos y sólo se dedicaban a la investigación-, en sus análisis
cronofotográficos sobre el movimiento –una de las primeras aplicaciones de la
cronofotografía- , pronto coincidieron en que el caballo era el animal que les
aportaba estudios más rigurosos y precisos. Tan es así que MAREY, en su discurso en la Academia de las Ciencias de París en 1887 dijo:
“Termino haciendo resaltar que, la tendencia a la
economía del trabajo que se constata en diversos grados en todas las máquinas
animales, parece alcanzar en el caballo su mayor perfección” (una de las
cuestiones diferenciales del caballo respecto de los otros animales domésticos).
Para el análisis de la distancia, las posiciones que
nos interesan son la 1 y la 2.
Posición 1: es la del último tranco completo previo al
salto. Ya es un tranco distinto a los anteriores –no es un tranco regular de
galope- porque ya es un anticipo del
esfuerzo que va a tener que hacer en el siguiente, el de la batida: los pies se
van igualando y el cuello está más vertical. Se nota claramente cómo echa el
peso hacia atrás.
Posición 2: es el comienzo del tranco del salto, o
sea, la batida. Y en ella vemos que iguala totalmente los pies, y los apoya
justo en la misma posición donde
previamente había apoyado la mano adelantada. Este es el último apoyo del
cuerpo del caballo previo al salto.
Considerando que el eje del caballo es horizontal –al
contrario que el nuestro que es vertical-, habrá que tener en cuenta que, entre
su último apoyo, el de los dos pies juntos, y el primer plano del obstáculo,
DEBE CABER SU CUERPO para que el esfuerzo de la batida corresponda a un gesto
confortable y económico para el caballo.
Así pues, un salto con un primer plano superior a un metro de altura, para
superarlo cómodamente, necesita batir de una distancia mínima de un metro y
medio para, insisto, que el cuerpo del caballo quepa entre su batida de pies
–última batida y que se produce en el mismo lugar que la mano adelantada-, y el
obstáculo.
Dos cuestiones se plantean:
1ª.- Por qué instintivamente se busca batir
de cerca, sobre todo en los verticales.
2ª.- Diferencias de batidas entre vertical,
fondo, triple barra y ría.
1ª cuestión: yo
creo que, incluso montados a caballo, saltamos con criterios de salto puramente
humanos, cuando el que salta no soy yo sino el caballo. Me explico. Los humanos, de inicio, no mezclamos en el
mismo salto altura y anchura. O saltamos altura o saltamos longitud, pero ambas
cosas a la vez creo que es imposible. Posiblemente la razón fundamental está en
que nuestro eje es, como decía al principio, vertical. En cambio el caballo,
tal vez por su eje horizontal –más lo que dijo MAREY, y más-, en todos sus
saltos hay una componente vertical y
también componente horizontal. El humano, para saltar altura, necesita
aproximarse al listón. Y acercarse demasiado al vertical –meter un tranco de
más, o dar un tranco de batida muy pequeño- es lo que hace mucho jinete/amazona
aficionada cuando le surgen dudas en la distancia: se le da una solución
humana a una cuestión puramente hípica.
En cambio, a los fondos, como se les considera instintivamente un salto de
longitud, se corre hacia el salto despreciando la componente vertical que debe
ser previa –desde el punto de vista del caballo- a la componente horizontal.
Instintivamente aplicamos criterios humanos a un problema del caballo
2ª cuestión:
hoy en día, la parábola que describe un caballo, independientemente del
tipo de salto que sea, es muy parecida (es lo más cómodo y económico para el
caballo aunque, creo, todavía no hay –al menos no conozco- ningún estudio sobre las distintas parábolas).
Por ejemplo, viendo saltar la ría a jinetes y caballos de élite, lo hacen como si fuera un vertical, o hubiera
un vertical –imaginario- en el centro de la ría. No hace muchos años, dicha
parábola era muchísimo más plana (fácil de comprobar gracias a you tube, para
mí, una de las grandes revoluciones de los últimos tiempos). Razón por la que
era más fácil hacer agua. Actualmente, el problema está en la conducción o
ajuste de los trancos, pues los saltos están más próximos. Sin ir más lejos, en
la pasada Olimpiada de Londres hemos visto en un recorrido la ría a 6/7 trancos
del salto anterior y en ángulo recto (escribo un poco de memoria). La mayor
diferencia entre los cuatro principales
distintos tipos de salto está en la posición del punto más alto de la parábola.
En un vertical, el cénit sobre la barra, o un poco más atrás. En el fondo, el cénit de la parábola está
entre ambas barras superiores y ligeramente descentrado también, tanto mas atrás cuanto más voleado
sea el salto. En la triple barra, el cénit está un poco por delante de la
última barra; y la primera barra, al estar muy baja, invita a acercarse al
salto sin temor a tropezar con el primer plano. Razón por la que es el salto
que mejor dan todos los caballos. No hace muchos años, en la alta competición,
aún era fácil distinguir qué tipo de salto era por la forma de pasarlo los
caballos. Y no cabe duda que, el que mejor pasaban era la triple barra: invita
a hacer el salto perfecto; los caballos tenían tiempo y espacio para subir
hasta la última barra, sin temor a tropezar con las de los planos anteriores.
Así pues, de acuerdo con estas consideraciones,
resulta que la distancia de batida más lejana del salto, debe ser la del
VERTICAL. Muy poco más corta, la del FONDO. Razón fundamental: la parábola del
FONDO es más alta que la del VERTICAL de
igual altura, lo que hace que la batida se aleje un poco, con lo que casi se
iguala a la de un VERTICAL de la misma altura. Mucho más próxima es la distancia de batida en
la TRIPLE BARRA, por las razones expuestas en el párrafo anterior. Y muy cerca
del seto o muro de llamada, es la batida de la RIA, pero que se salta como si
hubiera un vertical en el centro de la misma. De hecho, es lo que se suele
hacer en los entrenamientos.
Conclusiones prácticas de todo lo expuesto:
Para el caballo, al contrario que para el hombre, a mayor altura del obstáculo, mayor
separación del punto de batida. Y esta
distancia es cuantificable gracias a los estudios –que yo conozca- de BARREY y
colaboradores, que se publicaron en la revista “EquAthlon” hace justo 20 años.
Poco tiempo después corroboró estas conclusiones H. CLAYTON desde el otro lado
del atlántico. Muchos estudios se han hecho posteriormente –incluida la tesis
doctoral de nuestro paisano F. VIZCAINO NOVAL- pero, creo, sólo válidos para
expertos en biomecánica, no para practicantes del salto y que quieran saber más
del mismo para una posible aplicación inmediata.
¿Cuál es la distancia de batida ideal?
Aproximadamente, una vez y media la altura del salto. O sea, para un salto de
un metro, batir a metro y medio; para 1’20, metro ochenta , para 1’30, un metro
noventa y cinco, etc. Siempre, aproximadamente. Esto, que para nosotros parece
una barbaridad, es lo ideal para el caballo. Y para saltos pequeños, siempre
que quepa el caballo.
En las fotos de la Global de Oliva, tomando de
referencia el tamaño de los caballos, se ven distancias de batida, tanto de
verticales como de fondos, muy superiores a los dos metros: los caballos caben
y pueden hacer la parábola cómodamente. Y en la foto de las cruzadas, el
caballo cabe cómodamente durante la batida. Más de un metro y medio
Seguiré en siguientes números haciendo el análisis del salto