domingo, 30 de septiembre de 2012

EJERCICIO PRIMORDIAL: equilibrios opuestos (1ª parte: el paso)

(Publicado en el nº 64 de la revista Galope)

Este ejercicio consiste en balancear al caballo entre equilibrios opuestos a los tres aires. Es parecido a lo que comúnmente se llama alargar y acortar el aire, ejercicio que todo el mundo sabe hacer pero pocos son los que se preocupan en buscar la corrección.

Voy a intentar explicarlo lo más detalladamente posible, porque son precisamente los detalles los que hacen que pase un ejercicio de ser bueno a ser excelente. Y mucho más en nuestro número del caballo en el que  lo que para nosotros –humanos– son detalles (a la mayoría de los cuales, hasta hace poco,  les dábamos muy poca importancia porque nuestra equitación era eminentemente antropocéntrica), para el caballo son cualidades inherentes al movimiento pedido.
Gracias a Dios, el siglo pasado nos aportó una información y una ciencia del caballo que, aunque siguen  habiendo muchos velos que  quitar (“desvelar”),  dichos avances han permitido que muchísima gente pueda acceder  al mundo de la Equitación. Y la persona con menos aptitudes hípicas, si su afición y actitud corresponden, puede llegar a montar muy decorosamente, empezando por el respeto al caballo.

Le llamo ejercicio primordial porque es el primer ejercicio del día y, también, porque es el más importante. El primero, porque corresponde al calentamiento de todo atleta. Y, dicho calentamiento siempre empieza por estiramientos, siendo los del cuello fundamentales. Pues para el caballo aún son más importantes porque es la única especie animal de entre los mamíferos que, no sólo endereza su cuello, sino que, en proporción, lo estira muchísimo más, debido a la forma de “S” de sus vértebras cervicales. No hay más que ver la diferencia del largo de riendas en las fotos que acompaño. Lamentablemente,  la Equitación  desde sus inicios, siempre ha empezado por encogimientos.











Y es el más importante  por los continuos cambios de equilibrio sin dejar que en ningún momento se desequilibre. ¿Cómo nos enteramos de ello? Cuando la transición de una posición a otra –a todos los aires–  se hace fluída. Dicho de otro modo, cuando no se deja caer y corre al alargar el cuello, ni hay que tirar para subirle la cara y acortar. Lógicamente, hay que empezar al paso y repetir hasta la saciedad para que el cuerpo del caballo se acomode a los continuos cambios. A la mente le cuesta menos porque, increíblemente, le estamos pidiendo un ejercicio la mar de natural para el caballo. El caballo no razona –le falta la corteza prefrontal, parte del cerebro exclusiva del ser humano–, pero sí tiene conciencia de cuando lo que se le pide es conforme a su naturaleza, o de cuando es contrario. Por eso, las insumisiones del caballo, o su rebeldía, en la gran mayoría de los casos suele ser faltas de entendimiento de lo que se le pide o imposibilidad mecánica de hacer como se le pide. En definitiva ¿qué es lo que se le debe pedir al caballo en todo momento?  El gesto confortable y económico propio del movimiento ¡y en cada momento! El problema del aprendiz de caballista está en aprender a pedir, en cada momento, ese gesto confortable y económico 


ACORTAR Y ALARGAR AL PASO

Lógicamente, el ejercicio lo empezamos al paso. Riendas largas para que pueda estirar el cuello a tope. ¿Cómo valorar dicha posición? Cuello bien estirado –la curva de la línea superior del cuello es mínima, es casi una línea recta–, nuca por debajo de la cruz y cara muy cerca de la vertical. A los pocos intentos nos garantiza una amplitud de tranco excelente.
Los primeros minutos del paso hay que dejarle, o incitarle, a que alargue el cuello y el tranco. Pasados los cinco/diez primeros minutos, hay que  empezar a pedirle que suba la nuca –referencia visible de la cabeza del caballo– sin consentirle que su cara se quede detrás de la vertical. Este es el mayor problema, pero no es insalvable. Hay que repetírselo hasta que lo entienda y lo haga. 

Simultáneo al levantamiento de nuca, ha de aprender a acortar el tranco hasta llegar al paso a cámara lenta con la nuca bien alta. Mucho ojo de no confundir la nuca con la tercera vértebra: el punto más alto del cuello debe ser, siempre, la nuca. Mal que le pese al caballo. Recuerdo que pedimos en todo momento el gesto confortable y económico del caballo, y éste muchas veces no lo sabe, buscando sólo su comodidad del momento. Una de las grandes diferencias entre el hombre y el animal, en nuestro caso el caballo, es que los animales no tienen sentido del futuro: los caballos, sólo viven el presente. Otra cosa es su gran espíritu de colaboración  que nos ha demostrado a lo largo de la historia. Y hoy en día, nos lo demuestra continuamente en las pistas.

Alargar con las piernas –riendas bien largas pero, lo ideal, manteniendo un ligero contacto para no perder la comunicación mano/boca (= comunicación hombre/caballo)–, y acortar con las manos y utilizando las piernas sólo cuando se pare o se desvíe (un toque de atención, nunca una compensación de un fallo). Es normal que al principio, para subirle la nuca, nos toque hacer algo de fuerza. Pero la progresión está en ir perfeccionando la situación en que nos encontrábamos en el punto de partida. Es decir, que en toda progresión, lo más importante, ser conscientes del punto de partida. Y, a partir de ahí, ir progresando y buscando la perfección. ¡No exigiéndola desde el principio! Buscarla desde nuestra situación “real” actual. Con la práctica –tiempo e infinitas repeticiones–, lo importante de las riendas en las transiciones no será el cambio de tensión de las mismas, sino el cambio de ángulo de la acción de la rienda, suficiente para que el caballo cambie su equilibrio. Es lo que hacemos cuando utilizamos una carretilla en las cuadras: primero equilibrio, y luego los cambios con sólo el cambio de ángulo de brazos y manos.

En breve publicaré la segunda parte de este artículo explicando el ejercicio al trote y al galope. Ahora algunos apuntes más que considero interesantes sobre este ejercicio.  

Uno  de los problemas más graves que nos encontramos es el de los comienzos con caballos calientes o sobrados de energía, o caballos distraídos o con falta de atención. Con estos tipos de caballo nos toca empezar haciendo dos cosas a la vez, parecidas en la forma y muy dispares en el fondo. Con las riendas debemos controlar sus ímpetus o distracciones –normalmente utilizando la fuerza más de lo debido– y también poner orden en su cuerpo y atención en su mente. Y lo peor que podemos hacer con un caballo  es pedirle dos cosas que para él son contradictorias a la vez. Cuando nos surge un conflicto montados, lo mejor es resolver un problema a la cuerda o en libertad en el círculo y luego, montados, el otro. Hace falta mucha experiencia y muchísima paciencia para resolver ambos problemas montado. Ah!, y tiempo. La verdad es que tiempo y paciencia van de la mano. Y los caballos necesitan mucho de ambos... ¿Qué es lo primero que le pide el zorro al principito? Tiempo. Espero que muchos de los que me leéis conoceréis “El Principito” de A. de Saint-Exupery. Y el magistral capítulo XXI. La mejor fábula sobre la relación hombre-caballo.

¿Qué supone para el caballo este ejercicio? Una gimnasia excelente.  ¿Razones?
1º Es un calentamiento totalmente racional: se empieza por estiramientos.
2º El hecho de estar acortando y alargando continuamente supone, tanto para el caballista que pide como para el caballo que debe responder, una aproximación de sensaciones que nos ayuda a mejorar las acciones anteriores. Esto pocas veces se tiene en cuenta en el trabajo cotidiano.
3º Un trabajo de musculación, flexibilización, coordinación y atención excelentes.
4º Perfección en la comunicación hombre-caballo. En mi trabajo cotidiano, siempre tengo en cuenta lo que yo llamo el SIS, acrónimo de Significación, Inmediatamente y Siempre.
Significación: que todos mis gestos corporales y de mi mano, tengan una significación clara para el caballo. Por ejemplo, retengo con las manos y avanzo con las piernas, y nunca aguantaré agarrándome con las piernas. Es lo que más se parece al baile de parejas: gestos correctos para dejar ideas claras. 
Inmediatamente: las correcciones al caballo hay que hacerlas siempre en el momento oportuno, sin dejar pasar ni medio segundo. Sería como si a un niño al que le enseñamos la tabla de multiplicar, le corrigiéramos un error dos números después: nunca tendría claro donde estaba el fallo. Encima, los caballos son más rápidos de reacción que nosotros (dato que aún nos complica más la existencia).
Siempre: quiere decir que nosotros debemos estar muy concentrados mientras estamos montados, o sea, desde que nos montamos hasta que echamos pie a tierra, para corregir lo que haya que corregir y  recompensar lo que haya que recompensar. Insisto, el caballo no razona, pero sí memoriza: mismas causas, mismos efectos. Y nunca de una manera aleatoria, lo que causaría confusión a su cerebro.
Pero al SIS, en este caso, le falta otra letra: la “O” de Ocupado.
El caballo necesita estar Ocupado: su atención, propia de la de un animal que es presa, es una atención muy dispersa. Pero en el trabajo cotidiano nos interesa que esté bien pendiente de nosotros. Para ello no nos queda más remedio que estar continuamente pidiendo, teniéndole todo el tiempo ocupado. Su atención dispersa acaba focalizándose. De esta manera se le van yendo todas las tonterías al caballo. Nunca mejor dicho..
Además de gimnasia física, también es bueno este ejercicio como gimnasia mental:  en los trancos en que se le pide acortar,  se consigue un grado de reunión muy alto, lo cual le supone también un gran esfuerzo. A continuación se le libera totalmente, con el consiguiente alivio para el caballo.  Lo que para él es un alivio o recompensa, para nosotros es una constatación de que la reunión previa ha sido correcta, porque al dejarle que se estire ni se deja caer ni corre y, si le ponemos la pierna, amplía el tranco pero no corre. Y el volverlo a reunir subiéndole la nuca, cada vez supone menos esfuerzo . Señal inequívoca de que el equilibrio mejora. Lo que no cabe duda que hay que repetir muchísimas veces este ejercicio para que acabe saliendo  muy bien.
Creo que este ejercicio es bueno para todas las disciplinas, aunque cada una con un nivel de exigencia distinto. Posiblemente sea en el salto donde más provecho se obtenga. Precisamente por los contínuos, y exagerados, cambios de equilibrio que hay en un recorrido
Y no hay que olvidar nunca que lo que sembremos al paso, recogeremos al galope.

Paz y espero que os sirva a alguien.

viernes, 28 de septiembre de 2012

INAMOVIBLE por J.J. Caballero Pemartín


Me he decidido a escribir en este prestigioso foro, después de recibir una cariñosa e inmerecida visita de su protagonista. No con ánimo de dármelas de entendido, sino para compartir con vosotros sino todo, parte del provecho que he sacado de la misma.
De todo lo que he sacado en claro de la lección de José Manuel, que no han sido muchas cosas pero sí fundamentales, me quiero quedar con dos conceptos:

Uno es el EQUILIBRIO, del cual no voy a hablar por ser cuestión tan manida.

El otro es una palabra que me suena y resuena en la cabeza como si él me la dijera cada vez que estoy montando, principalmente cuando voy hacia el salto o pido una trancisión: “¡Tú, INAMOVIBLE!”
He reflexionado mucho sobre la palabreja, pues nunca antes la habían utilizado conmigo (y mira que yo me muevo en el caballo). Siempre me habían aconsejado: “¡No te muevas!”. Que, como dicen en mi tierra, “es igual, pero no es lo mismo”. Para mí era un poco un sinsentido pues, es evidente que, por el mero hecho de ir a caballo, uno va en movimiento.

Pero, de la otra manera, he captado perfectamente el mensaje y, para explicároslo, lo primero que he hecho es irme al diccionario, en el que he encontrado la definición:
adj. Fijo, que no es movible.”
Lo primero que hay que resaltar es la condición de adjetivo: es decir, es una característica, una actitud que debemos tener.

Evidentemente, la definición es la que todos sabíamos, no movible (que no inmóvil).
Por otra parte, es un término también muy utilizado en ámbitos militares en alguna contienda, o en cualquier discusión o disputa, cuando se quiere hacer referencia a no dejarnos comer el terreno. No sólo físicamente, sino en nuestros principios o convicciones: “mantenernos inamovibles”
Esto no quiere decir actuar, o agredir de ninguna forma, sino más bien al contario: ejercer una resistencia pasiva.

En el proceso de la equitación, llega un momento en el que, el mantenernos firmes, hace que el caballo se acostumbre a acoplarse a lo que se encuentra. Es decir, le transmitimos a él el impulso del movimiento.
En este sentido, buscando la palabra opuesta, “MOVIBLE”:
1. adj. Que por sí puede moverse, o es capaz de recibir movimiento por ajeno impulso.
2. adj. Variable, voluble.

La primera acepción nos indica que, el mantenernos inamovibles nos obliga a no movernos (o lo menos posible) al recibir el impulso del caballo. Por el contrario, es el caballo el que se debe tornar movible al recibir el nuestro (la orden o ayuda).

Mientras que la segunda…
“variable” (adj. Que varía o puede variar), aplicaándolo a la hípica, me sugiere que el hombre se hace variable cuando se mueve.
Y también se hace
“voluble” (adj. Que fácilmente se puede volver alrededor), es decir, nuestra voluntad y determinación se ven mermadas frente a la del caballo.

Pero, si permanecemos inamovibles, conseguiremos lo contario de nuestro aniumal, es decir, lo haremos a la vez variable y voluble.

¿No os recuerda esto a la expresión que utilizaban nuestros mayores cuando, para referirse a una pirueta vaquera, hablaban de “volverse sobre las piernas” o “revolverse”? En este movimiento de máxima reunión, debemos permanecer muy quietos (inamovibles) y es el caballo el que si debe moverse al recibir nuestro impulso.

Pero, ahondando aún más en la cuestión y preguntándole al oráculo (wikipedia), nos encontramos con la famosa:
Paradoja de la fuerza irresistible: sabiendo que un cuerpo inamovible es un cuerpo al que ninguna fuerza, por fuerte que sea, es capaz de mover, y teniendo en cuenta que una fuerza irresistible es una fuerza a la que ningún cuerpo puede resistirse: ¿qué sucede cuando un cuerpo inamovible se encuentra con una fuerza irresistible? Esta paradoja fue propuesta por Isaac Asimov en su libro “100 preguntas básicas sobre la ciencia”. La respuesta que el propio Asimov daba era que estos dos fenómenos no pueden darse a la vez en un mismo universo, a pesar de que él mismo cuestionaba la validez de su hipótesis, ya que este hecho no era demostrable, puesto que no se conoce ninguna fuerza irresistible o cuerpo inamovible, y por tanto no han podido observarse los efectos de estos  hipotéticos fenómenos.

Nosotros, los hípicos (y los caballos), sí tenemos la respuesta y la encontramos cuando, en tan contadas ocasiones, nuestras fuerzas se unen y formamos ese todo entre el caballo y el jinete que nos hace sentir centauros o seres pertenecientes a otro planeta.

domingo, 23 de septiembre de 2012

ETOLOGÍA (2ª lección) por VICENTE FRANCH


El período comprendido desde el nacimiento del potro hasta su introducción a la equitación debería consistir en su domesticación, es decir, “hacer al caballo de casa”. La domesticación es un proceso que requiere de tiempo y que puede llegar hasta donde nosotros queramos. Este período puede determinar que un potro empiece a trabajar con el hombre sin demasiados problemas o que ya esté resabiado antes de ser montado, con carencias que posteriormente afecten al trabajo, a su físico y a la relación con los humanos. Estas carencias pueden estar relacionadas con las condiciones de vida y/o con el manejo.

Algunos potros nacen y viven en condiciones de vida mas o menos naturales y casi ajenos a la manipulación humana. Otros nacen y viven bajo condiciones mucho más limitadas y con intervención humana cercana y frecuente. En el primer caso, no se suele actuar hasta el momento de prepararlos para la equitación. Hasta entonces, nuestro papel se limita a proporcionarles espacio y condiciones lo más parecidas a sus necesidades naturales.  Cuando no interfiere el hombre, los problemas son inexistentes.

Por el contrario, los potros que viven en condiciones poco naturales suelen sufrir destetes estresantes y aterrantes (la angustia que supone la separación se suele pasar por alto. La  fuerte unión madre-potro y la nueva situación de soledad del potrillo, a menudo aislado en cuadras cerradas y oscuras no se considera un problema), crecen con falta de espacio (lo que implica problemas de desarrollo y crecimiento relacionados con huesos, tendones, musculatura y metabolismo que afectaran a su equilibrio, resistencia y agilidad y en definitiva, a su vida útil si son montados) y de vida social (que derivan en posteriores problemas de relación con otros caballos y con humanos). En el caso de los machos, no pasan por la manada de solteros, período indispensable para completar su crecimiento físico y como individuos (las carreras, los juegos y los retos forman parte de este período de desarrollo de estrategias para más adelante ser capaces de formar su manada y protegerla). La mayoría de machos suelen ser castrados y aunque no sientan la imperiosa necesidad de formar su haren que proporciona la testosterona, deben completar esta parte de aprendizaje de sus programas naturales porque aunque menos intensos, estos no varían.




Una yeguada con el corral de las yeguas y potros junto a la vivienda del cuidador. La proximidad de la convivencia facilita el conocimiento mutuo entre humanos y caballos.




En la misma ganadería, el corral de las yeguas es contiguo a un corral habitado por dos castrados. Este corral se usa en el destete de los potros (los castrados se ubican en otro corral). La proximidad facilita una separación yegua-potro  muy poco traumática.


El corral de la manada de solteros.


La actitud y el liderazgo también forman parte de la domesticación. Anteriormente hablamos de liderazgo natural y de confianza como forma de funcionar socialmente entre ellos. Cuando están con nosotros, debemos despertar su confianza para aparecer como líderes en el entorno humano. Nuestra actitud, entonces, debe ser segura, tranquila, de reacciones claras y consistentes. Domesticar un potro no es hacer que acepte nuestras imposiciones y condiciones porque doblegarle la voluntad puede hacerlo autista o puede convertirlo en un animal resabiado antisocial y peligroso (según sea su carácter y temperamento). Domesticar un potro es despertar su motivación para cooperar con nosotros desde la complicidad. Hacer un potro “de casa” comporta que no nos tema, que se sienta cómodo y relajado con nosotros, que nos conozca y sobretodo, que confíe y busque nuestro consejo cuando se siente inseguro. Las actitudes relajadas, claras y seguras son las que favorecen la relación y que facilitan la domesticación del potro, tanto en los ratos que pasemos con ellos disfrutando de su compañía como en otras breves intervenciones  (curas ocasionales, vacunas…)  y más adelante, en la posterior preparación a la equitación.
Tenemos un potro de 3 años, con manejo previo correcto y vamos a montarlo. De ello hablaremos en el próximo capítulo.

viernes, 14 de septiembre de 2012

ENDURANCE MAGAZINE, un nuevo blog sobre raid de mi amigo Tomás Mateo Cubero

 Es una alegría para todos los aficinados -y apasionados- del caballo, disponer de un nuevo blog sobre caballos en nuestro idioma. Y aún me alegra más el ver que, aunque por su título nos orienta hacia una especialidad, el raid, no hay competencia con el blog "el raid" de mi buen  amigo Gabriel Gamiz, sino complemento y colaboración. Todos los amantes-apasionados del caballo nos vamos a beneficiar de este aporte nuevo de cultura hípica, que buena falta nos hace. Siendo conscientes de nuestro retraso hípico respecto de las potencias europeas, no cabe duda que la cultura  nos va a ayudar a paliar dicho retraso.
Muchas gracias TOMAS MATEO CUBERO por tu aportación bloguera; que la ilusión no decaiga para que, durante muchos años, podamos servirnos de tu basta formación hípica. Un nuevo blog, una nueva perspectiva de conocer más en profundidad al caballo..... y de hacernos mejores personas.
Paz y espero que este nuevo blog os sirva a muchos.
Jose Manuel Sales Pons "el cura"

 
El enlace es el siguiente:
 www.endurancemagazine.info


"Agradecido por la invitación de José Manuel para que presente mi proyecto ecuestre en su blog, intentaré en pocas palabras explicar en qué consiste. La verdad es que ni yo mismo tengo muy claro el asunto, ya que desde que lo puse en marcha hace unos meses, van apareciendo por el camino tantos temas y personas interesantes con las que quiero ir tratando, que es muy probable que el espectro temático vaya ampliándose.

Lo que si puedo asegurar es que tras haber probado gran variedad de disciplinas hípicas, la resistencia me atrapó desde que le presté la atención necesaria. Supongo que me recuerda bastante a mis inicios ecuestres, en los que sin reparar en apenas detalles, me dedicaba a montar durante horas por caminos y veredas.
Con el tiempo, fui fundiendo mi otra gran pasión, el estudio de la Historia, con la equitación y los caballos. Esto es algo que, sencillamente, me apasiona: conocer las distintas escuelas históricas de equitación, la evolución de las razas y el caballo en general, y la caballería de los diferentes lugares a lo largo del tiempo. Estos son temas que podremos encontrar en este singular proyecto ecuestre, y  es lo que podríamos llamar cultura y antropología ecuestres.

Y por otra parte, me gustaría ir prestando progresiva atención a lo que creo podríamos llamar nuevas tendencias ecuestres, aunque al final, los nombres son lo de menos. Mi idea es que los principios de la equitación pueden ayudarnos a llevar una vida mejor, incluso a aquellas personas que no tengan relación alguna con caballos. Esto es algo que sin darme cuenta he ido aplicando en ciertos momentos de la vida, y que, en vista de los frutos obtenidos, me gustaría profundizar y difundir. De momento, poco más puedo pronunciarme a este respecto, excepto mi compromiso a trabajar en ello.
En definitiva, me gustaría dar a conocer cuestiones relacionadas con lo ecuestre que no solemos encontrar pero que creo de gran interés. Y para ello, pues haremos uso de todas las posibilidades que ofrece la red: vídeos, audios, blog, etc.

Agradezco a las personas que desde el primer momento han colaborado, y por supuesto a José Manuel, por querer compartir su rica experiencia desde nuestra plataforma.
Espero que sea de interés de todo aquel que se acerque por nuestras páginas."
Atte.
TOMAS MATEO CUBERO