Siguiendo con los principios –hay que volver siempre, y añado a menudo, a las fuentes–, se me ocurre hablaros sobre un tema que me parece importantísimo, pero que a menudo pasa muy desapercibido. Más que ocurrencia, es la reflexión –o conclusión– que he sacado de estos dos últimos fines de semana de los concursos del Sek en Madrid y del Pilar de Zaragoza. En ambos he tenido ocasión de hablar con más de treinta j/a participantes entre ambos concursos.
La reflexión que propongo y de la que doy mi versión es que desde el mismo momento que nos montamos en el caballo hay que pensar como él, que no es lo mismo que pensar por él. La palabra correspondiente es “empatía”, y no estaría de más acostumbrarse a ella, porque al fin y al cabo, es nuestra obligación a caballo. De una manera práctica y menos reflexiva, es lo que hacen todos los j/a de élite.
La técnica de aprendizaje del caballo, también como la del hombre, no es ni más ni menos que la repetición. Pero hay una diferencia capital con nosotros: la memoria del caballo no es selectiva. Lo que significa que hemos de estar muy atentos a lo que le pedimos al caballo, pues él repetirá ni más ni menos lo que nosotros le pidamos.
Y volvemos al lado práctico que es el que nos interesa. Y más precisamente a la posición de la cabeza del caballo, cuyo punto de referencia es la nuca (yo utilizo la expresión “punto de la nuca”, o sea, la situación de la misma), por ser ésta el punto más próximo a nuestros ojos, luego más fácil de definir o concretar.
Soy de la opinión que en entrenamiento (sobre todo en la pista de ensayo del concurso) hay que ir reproduciendo todas las “escenas” posibles que se nos van a presentar en la pista de competición. Como decía, y a diferencia del caballo, nuestra memoria sí es selectiva y podemos pensar: “ahora hago esto, pero en la pista me interesa hacer tal otra cosa”, con la falsa idea de no contrariar o enfadar al caballo en ese momento. Pero resulta que el caballo hará en la pista lo que se le haya repetido en el ensayo: si se le deja correr delante del salto, también lo hará en la pista. Del mismo modo, si en la pista de ensayo en las vueltas le hacemos que acorte bajando la cabeza, hará lo mismo en la pista de competición.
En los recorridos actuales conviene que el caballo gire con la nuca bien alta y apretando el culo, justo lo contrario que se suele hacer en ensayo. En cambio, si desde que nos ponemos a galopar con la mente puesta en el recorrido, no le dejamos que baje la cara –la nuca– en las vueltas, ni que se frene, al principio nos costará, pero, a base de repeticiones en cada vuelta, el caballo pronto adquirirá el hábito de subir la nuca en las vueltas (luego no se dejará caer sobre las manos), y avanzará como luego nos gustará que haga.
Paz y espero que os sirva.
PD: Marcos, agradezco tu comentario. Me gustaría mucho que te prodigaras un poco más…
Jose manuel soy jacobo el de los porches (la coruñá), todavia me sigo acordando de tus clases pero lo que tengo que preguntar no viene relacionado con la monta, estos ultimos días a mi yegua le aparecia rota la manta x delante, encontramos zarzas que venian en el heno y pensams que era eso pero ahora sin zarzas la sigue rompiendo mas y mas, que me puedes aconsejar?
ResponderEliminarHola Jose Manuel soy Anto, espero poder seguir tus consejos, pero no siempre nos esforzamos mucho. Como tu bien dices, lo mejor es tener objetivos concretos e isistir en ello.
ResponderEliminar¡Hasta la próxima!
Hola José, soy Marta " cuplama" que razón tienes, cada vez me doy mas cuenta de la importancia del paso, el caballo aprende mucho mas rápido al paso, y además comprende después mejor, lo que queremos al trote y al galope.
ResponderEliminarQuiero darte las gracias, porque cada minuto que me has dedicado ( con mucha paciencia je je) en estos 3 años ayudandome y enseñandome, son los minutos que ahora disfruto trabajando mis caballos...... Ojalá todo el mundo pensara en los caballos como tu!!!!!! Un besado!!!!!